En el culebrón o telenovela entre Huawei y los servicios de Google, a cuenta de las medidas adoptadas por la administración de Donald Trump con el fabricante chino, estamos muy lejos del último episodio o capítulo. Como recordarás, Huawei nos impresionó con una extenuante keynote en la que el plato fuerte fue la presentación del portentoso Mate 30 y su versión Pro. Pese a que los dispositivos seguían sin acceso a los Google Services necesarios para poder instalar la Play Store y el resto de apps de la firma, en aquel momento el fabricante le restó importancia al asunto, afirmando que solucionaría el problema.
Pero ahora se ha descubierto la existencia de una puerta trasera mediante la cual se pueden instalar sin mayores inconvenientes las aplicaciones de Google. El hallazgo fue revelado en distintos foros de Android en los que, a los pocos días de presentarse el dispositivo, se descubrió la app Google Service Assistant, que podía ser descargada desde LZPlay.net, pero de la que se desconocían más detalles.
Han hecho falta unos pocos días más para que John Wu, experto en seguridad del ecosistema Android, lo explique con pelos y señales en una entrada en Medium.
API ocultas y desactivación de LZPlay
El especialista ha revelado la existencia de API ocultas en el teléfono que permiten instalar los Google Services pero al mismo tiempo “suponen un riesgo para la seguridad” del usuario.
Según Wu, Huawei ha trampeado las restricciones impuestas por las autoridades estadounidenses al beneficiarse de los permisos ocultos MDM que permiten instalar aplicaciones en el almacenamiento del dispositivo con los máximos permisos. Esta circunstancia facilitaría el acceso del malware al sistema o aplicaciones malintencionadas que tendrían acceso pleno al dispositivo y la actividad del usuario.
Pero parece que la aventura de la puerta trasera ha durado bien poco.
LZPlay ha dejado de estar disponible y aunque no hay confirmación oficial, podría ser que la propia Huawei haya decidido revocar el acceso para evitar mayores conflictos, o bien que haya sido el propio desarrollador.
Por otro lado, Google habría tensado la cuerda con SafetyNet, con lo que volvemos de nuevo a la casilla de salida.
¿Y ahora? Nadie lo sabe…