Dependiendo de dónde vivas se pierde muchísimo en el traslado diario al trabajo, qué te vamos a contar. Pero… ¿realmente es tanto? Quién sino Google sabe a la perfección cuántos minutos y horas se nos pierden parados en la carretera o circundando a velocidades ridículas y las cifras asustan: los datos históricos de la compañía sostienen que de media, un estadounidense pierde un día completo al mes en el traslado al trabajo o si quieres verlo de esta manera, acumulados, supondrían dos semanas de vacaciones al año extra.
Menuda novedad, pensarás, y sin embargo es evitable o al menos sus efectos pueden ser reducidos ¿Cómo? Aplicando la tecnología, naturalmente. Precisamente Google acaba de incorporar una poderosa herramienta para los commuters (aquellos que diariamente se trasladan al trabajo en automóvil o transporte público) de manera que sepan con antelación no solo lo que les espera, sino cómo evitarlo.
Así es, el poder de esta nueva función es que permite al usuario anticipar su traslado al trabajo y adaptarlo en función de la situación del tráfico y además en dos situaciones: en tiempo real, pero también en base a los históricos de la compañía. Un traslado al trabajo en hora punta puede suponer un tiempo adicional del 60% y es ahí donde la herramienta ataca de lleno.
Planifica el viaje
La principal ventaja de esta nueva función es que te permite planificar el viaje con antelación de forma que pierdas el menor tiempo posible en tu trayecto; Google te avisará de la situación del tráfico a la hora prevista y los trayectos alternativos que te ahorrarán los atascos. Es decir, que antes de salir de casa sabrás a qué hora deberías salir para perder menos tiempo, y por qué recorrido.
Los que empleen el transporte público o combinado (vehículo propio y público) también se beneficiarán puesto que la herramienta combinará la información anterior y te dirá qué tren o autobús debes elegir en tu viaje combinado, y a qué horas habrá menos gente. Como dice Google, “se acabó el juego de la adivinación” que supone salir de casa cada mañana sin saber muy bien qué se va a encontrar uno.