Las bajas ventas de las distintas industrias son una de las consecuencias del impacto del nuevo coronavirus, situación que no es diferente para el segmento de teléfonos celulares. Particularmente en América Latina, el panorama no es del todo alentador.
Ricardo Mendoza, analista de la consultora IDC, indica que el mercado de smartphones ya tuvo un decremento de menos 1% en 2019, mientras que en 2020 se prevé que será de menos 18%, uno de los escenarios más desalentadores para la región.
“Veníamos de 139.2 millones de unidades (en 2019) y tenemos pronosticado, en 2020, un escenario de 114.2 millones. Sería una caída que no habíamos visto en el sector móvil”, enfatiza.
Los cinco países con un mayor decremento al cerrar este año serían: Argentina (entre menos 20 y 24 por ciento), México (entre menos 20 y 24 por ciento), Brasil (entre menos 19 y 23 por ciento), Perú (entre menos 17 y 20 por ciento) y Colombia (entre menos 11 y 14 por ciento).
Con respecto a precios, la mayor parte de los dispositivos está actualmente por debajo de los $400 dólares en la región, y predominan los equipos entre los $215 y los $220 dólares, situación que podría hacer más lento el tránsito hacia 5G.
“El usuario realiza compras más inteligentes: ya conoce de procesadores, memoria, cámara, etcétera, y hace inversiones mucho más certeras”, explica Mendoza.
3G, 4G… ¿5G en Latinoamérica?
De acuerdo con el analista, pasaron cuatro años para que la red 3G tuviera una participación de mercado por encima del 50 por ciento en América Latina; con 4G, la historia no fue diferente, ya que transcurrieron cinco años.
“A finales de 2020, tenemos pronosticado que (los móviles con 5G) representarán el 1 por ciento. Nos tomará unos cuantos años para que esta red rebase el 50 por ciento de participación”, acota.
Por lo pronto, en prácticamente todos los países que conforman la región, el 90 por ciento de los teléfonos celulares son 4G.
«Esperamos que los dispositivos 5G estén por arriba de los 800 dólares. Entonces, son distintas las situaciones que harán que la implementación de esta tecnología se retrase», finaliza Mendoza.