No importa cuánto te aferres a tu preciado teléfono. Estos dispositivos están creados para durar, en promedio, dos años y medio. Eso no es mucho, considerando que cuestan cientos o incluso miles de dólares. A pesar de ello, si lo cuidas bien y sigues los consejos que te daremos a continuación, es probable que su vida útil se extienda. Te contamos cómo hacer que tu celular dure para siempre (o el mayor tiempo posible).
Mantén tu celular actualizado
Para que tu celular funcione rápido y sin problemas, es esencial mantener actualizado tanto el sistema operativo como las aplicaciones de terceros a medida que se lancen nuevas versiones. Estas actualizaciones no consumen mucho tiempo y brindan desde correcciones de errores y soluciones de problemas de seguridad hasta cambios que introducen nuevas funciones y mejoran el rendimiento general.
Tanto Android como iPhone ofrecen actualizaciones automáticas de aplicaciones, que deberían estar activadas por defecto. Para verificar si tienes activada esta opción, en tu celular Android, abre la app Google Play Store y toca tu foto de perfil. Luego, ve a Configuración > Preferencias de red > Actualizar aplicaciones automáticamente.
Si tienes un iPhone, ve a Ajustes > App Store y asegúrate de que la opción Actualizaciones de apps esté en la posición Activado. Ten en cuenta que esto no funcionará en el modo de bajo consumo.
Por otro lado, para que tu celular descargue las actualizaciones del sistema automáticamente, ve a Ajustes > Actualización de software y activa la opción Descarga automática vía Wi-Fi. Dependiendo del celular, estos pasos pueden variar ligeramente.
Cabe mencionar que Apple ofrece actualizaciones de software durante al menos cinco años y de seguridad durante más tiempo. Los Google Pixel 8 recibirán soporte hasta 2030 y Samsung promete actualizaciones de seguridad durante cuatro años como mínimo.
Desinstala las aplicaciones que no usas
Es crucial limitar las aplicaciones no utilizadas en tu teléfono para optimizar su rendimiento. Eliminar regularmente aplicaciones innecesarias ahorra espacio de almacenamiento, evita el uso en segundo plano que consume recursos y mantiene el dispositivo operando de manera eficiente, contrarrestando la percepción de lentitud y prolongando su vida útil.
Revisa las aplicaciones que tengas instaladas o la pantalla de inicio y elimina todas las que nunca utilizas. En iPhone, basta con pulsar prolongadamente una aplicación para seleccionarla, luego, toca Eliminar app. Allí, elige Eliminar de la pantalla de inicio para que se conserve en la biblioteca de apps, o bien, toca Eliminar app para desinstalarla definitivamente del iPhone.
Si utilizas Android, tienes algunas opciones más, pero puedes eliminar aplicaciones realizando un proceso similar: pulsa prolongadamente la app y luego toca Desinstalar.
Colócale una carcasa y un protector de pantalla a tu celular
Si deseas prolongar la vida de tu teléfono durante mucho tiempo, la mejor recomendación es equiparlo con una carcasa y un protector de pantalla. Aunque es comprensible que te guste el aspecto natural del teléfono y no quieras añadirle volumen con una funda, proteger el dispositivo es una buena decisión para prevenir daños en caso de caídas. Además, invertir en este combo rara vez supera los 50 dólares, mientras que la reparación de la pantalla puede costar más de 200.
No es necesario adquirir la funda más cara; cualquiera que sea resistente contribuirá a prolongar la vida útil de tu teléfono. Además, el uso de una carcasa garantiza que tu dispositivo se conserve en perfectas condiciones, lo que podría aumentar su valor de reventa cuando decidas actualizarlo.
Como ejemplo personal, he estado utilizando un Samsung S21 Plus desde enero de 2022 y siempre lo he protegido con una carcasa, que solo he renovado una vez debido al desgaste. Ambas inversiones me costaron menos de 10 dólares cada una. El protector de pantalla de gel, aplicado desde el principio, aún se mantiene intacto. A pesar de haber tenido varias caídas, el teléfono luce como nuevo, sin rayaduras ni abolladuras.
Mantén la pantalla y los puertos limpios
Usar un teléfono lleno de grasa y suciedad es algo desagradable, mientras que usar uno limpio y reluciente se siente de maravilla, sobre todo si significa que el polvo y la suciedad no interfieren en su funcionamiento.
Incluso si usas una carcasa, tómate unos minutos de vez en cuando para limpiar cualquier pelusa o suciedad en la zona del micrófono, la rejilla del altavoz, la toma de auriculares y el puerto de carga. Puedes utilizar un palillo de dientes o un clip enderezado cuidadosamente para limpiarlos, y para mantener su higiene, puedes conseguir tapones antipelusas.
Por otro lado, puedes limpiar la pantalla, los costados y la parte trasera del celular con toallas desinfectantes. Sí, esas que usaste para limpiar cualquier objeto durante la pandemia. Incluso en la pantalla de un iPhone (si no está agrietada), esto funcionará bien.
Monitorea la batería de tu celular y evita sobrecalentarla
El calor es un verdadero enemigo de la batería de un celular. Las temperaturas de hasta 30 grados centígrados (86 grados Fahrenheit) pueden disminuir la eficacia de una batería y reducir su vida útil con el paso del tiempo.
Es conveniente que mantengas el teléfono alejado de la luz solar intensa, de los marcos de las ventanas y del tablero de los autos para evitar el sobrecalentamiento. El dispositivo se apagará automáticamente si se calienta demasiado, pero en casos extremos, una batería sobrecalentada podría explotar.
Empieza a cuidar la batería de tu teléfono desde el mismo día en que lo saques de la caja, y verás los beneficios cuando se siga cargando uno o dos años después. Puedes comprobar el estado de la batería en el menú de ajustes de los teléfonos Apple y Android. Si tu iPhone indica que la “Capacidad máxima” de la batería es del 80 por ciento o menos en Estado de la batería, probablemente sea hora de cambiarla.
Si todo lo demás falla, dale un nuevo uso a tu celular
Cuando el fabricante de tu teléfono lo declare obsoleto y deje de enviarte actualizaciones de software y seguridad, seguramente pensarás que es momento de decirle adiós. Sin embargo, si aún es relativamente utilizable, puedes darle un nuevo uso.
Al restablecerlo a la configuración de fábrica y actualizar el sistema operativo en la medida de lo posible, puedes dejarlo funcional. Claro, es posible que tengas que despedirte de algunas funciones y aplicaciones más modernas. Pero después, puedes descargar algunas que permitan que tu teléfono funcione como complemento para otros dispositivos principales.
Por ejemplo, puedes dejarlo como control remoto, un centro inteligente para gestionar interruptores del hogar, un timbre o una cámara adicional para el sistema de seguridad de tu casa.