Si el calendario de lanzamientos no se mantiene fiel a lo que ha sido en los últimos años, en las primeras semanas de febrero debiéramos conocer la nueva gama Samsung Galaxy S24, del cual se ha rumoreado bastante en las últimas semanas, sobre todo en lo relativo a sus pantallas.
Lo cierto es que la gama Galaxy S es la preferida de los usuarios de gama alta que no comulgan con los teléfonos de Apple, y de hecho, los modelos Plus y Ultra son los que habitualmente compiten cara a cara con los iPhone Pro y Pro Max. Eso sí, los modelos de Samsung son los más vendidos a nivel global, por lo que cualquier noticia referida a ellos es seguida de cerca.
En Digital Trends en Español hemos decidido hacer un repaso por toda la línea de teléfonos Galaxy S que la compañía surcoreana ha lanzado, destacando las innovaciones que Samsung ha agregado cada año desde 2010 a su gama más popular.
Samsung Galaxy S
La línea Galaxy S comenzó hace 12 años, cuando Android estaba comenzando a mostrar su potencial. El primer teléfono de la compañía en utilizar el sistema operativo de Google fue el Samsung GT-I7500, pero el Galaxy S original fue uno de los dispositivos que ayudó a impulsarlo para transformarse en el gigante que es hoy.
Este celular llegó en marzo de 2010 y tenía un procesador Hummingbird a 1 GHz y 8-16 GB ampliables por microSD, además de su pionero panel AMOLED de 4 pulgadas de diagonal y una resolución de 480 x 800 píxeles.
Su competencia era el Desire y Desire HD de HTC, pero el teléfono de Samsung sobresalía en varios aspectos a pesar de no liderar en su diseño. De todas maneras, su aspecto rectangular con esquinas redondeadas y un botón central fue lo que la compañía siguió utilizando y perfeccionando en el futuro.
Samsung Galaxy S II
En 2011 llegó el Samsung Galaxy S II, una versión más estilizada que su predecesor que contaba con un aspecto más delgado y una pantalla un poco más grande (Super AMOLED de 4,3 pulgadas). Con esta, superaba los paneles de otros terminales, como el Motorola Atrix, LG Optimus 2X y Sony Ericsson Xperia Arc S, con relación a los colores y su luminosidad. Además, con un procesador Exynos 4210 de doble núcleo a 1,2 GHz, lideraba la gama alta de Android en ese año.
Por otro lado, Samsung se destacó ese año al enviar unidades del Galaxy S2 a la comunidad de desarrolladores independientes CyanogenMod, con el fin de modificar distintos aspectos del software del dispositivo.
Samsung Galaxy S III
El tercer teléfono de la serie llegó en mayo de 2012 con un cambio en su diseño, agregando curvas en la parte trasera del móvil además de en las esquinas como antes. La idea era simular un poco la forma de las piedras de tipo cantos rodados.
La pantalla del teléfono continuó siendo Super AMOLED, pero creció hasta las 4,8 pulgadas y alcanzó una resolución HD, algo que no era común en esa época. Pero eso no es todo, Samsung también innovó en su software, mejorando TouchWiz con controles con sensor de proximidad (sin tener que tocar la pantalla), la reproducción de videos en ventanas flotantes (Pop Up Play) y el asistente S Voice.
El Galaxy S III fue un éxito para Samsung y distribuyendo más de 70 millones de unidades por el mundo. Fue el primer Galaxy en superar las ventas de iPhone, superando al 4S en su propio territorio. Incluso se mantuvo firme frente al iPhone 5, que se lanzó meses después del S III (el último teléfono de Apple solo lo superó en ventas en febrero de 2013).
Samsung Galaxy S4
Algunas personas criticaron al S4, de 2013, por no tener cambios notables en su diseño en comparación con el S III, pero las diferencias estaban en su interior. Esta vez, la pantalla llegó a tener 5 pulgadas y su resolución llegó a 1920 x 1080 píxeles Full HD, algo sin precedentes en su línea. Además, tenía un procesador Exynos 5410 de ocho núcleos y 2 GB de memoria RAM, lo que entregaba un buen rendimiento por unos cuantos años.
Compitiendo con el HTC One, el LG G2 o el Motorola Moto X, el Galaxy S4 se las arregló para vender más de 80 millones de unidades, transformándose en el teléfono impulsado por Android más vendido de todos los tiempos.
Samsung Galaxy S5
Las críticas sobre el diseño del modelo anterior al parecer tuvieron efecto en el Galaxy S5, de 2014, pues su parte trasera llegó con una tapa de plástico agujereada y con varios colores para escoger.
Se podría decir que no era de lo más elegante, si consideramos a sus predecesores, pero la relevancia del S5 recae en innovaciones que se mantuvieron por años, incluso en los Galaxy S10 y S10+ de 2019, como el lector de huellas dactilares (aunque una forma más precaria a la actual) y la protección contra el polvo y el agua.
Por otro lado, este teléfono tenía una cámara de 13 megapíxeles que permitía grabar video con una resolución 4K y un procesador Qualcomm Snapdragon 801, pero aun con esas características no logró disparar sus ventas y superar al Galaxy S4.
Samsung Galaxy S6
En 2015, llegó la pantalla AMOLED curva a la línea Galaxy S, que ya había estado presente en el Galaxy Note Edge. Así, la pantalla Edge se convirtió en un icono de Samsung.
En ese entonces, la línea S también se dividió por primera vez en una versión estándar y otra Edge. Ambas tenían las mismas funciones y características —como una pantalla de 5,1 pulgadas con Corning Gorilla Glass 4— pero, evidentemente, la versión Edge tenía un panel curvo, además de una batería 50 mAh y un precio superior.
Otro mérito que tiene el Galaxy S es que mejoró su diseño, el cual se sigue puliendo hasta hoy. Este tenía un acabado en vidrio y aluminio y estaba disponible en varios colores.
Samsung Galaxy S7
Siguiendo el ejemplo del terminal anterior, nuevamente la línea Galaxy S se dividió en una versión estándar y una Edge, aunque esta vez sus diferencias fueron más allá de la curvatura de la pantalla. Tenían la misma resolución y tecnología, pero El Galaxy S7 contaba con una pantalla AMOLED de 5,1 pulgadas Quad HD, mientras que el S7 Edge tenía 5,5 pulgadas y también integraba una batería de 600 mAh más de capacidad.
El celular de 2016 también se destacó por mejorar sus cámaras, teniendo un sensor de 12 megapíxeles con apertura f/1.7, tecnología Dual Pixel y estabilizador óptico de imagen.
Samsung Galaxy S8
Tras darse cuenta de que el resto de compañías renovaban el diseño de sus celulares, en 2017 Samsung decidió hacer un cambio en su línea Galaxy S, aplicándole un panel curvo apenas sin márgenes y eliminando los botones físicos de la pantalla, lo que se conoce como “Infinity Display”.
Como Samsung comenzó a colocar una pantalla curva de manera estandarizada en sus terminales, los modelos se dividieron en las versiones S8 y S8 Plus, siendo esta última de mayor tamaño. El modelo Plus también tenía una batería más potente: 3.500 mAh en lugar de 3.000, y una pantalla 0,4 pulgadas mayor.
Otras innovaciones de este celular fueron el procesador Exynos 8890 de 10 nanómetros y ocho núcleos, el asistente virtual Bixby, mejoras en las cámaras y Samsung DeX, una función que permite usar el teléfono como si fuera un computador de escritorio, conectando un monitor, un teclado y un ratón.
Samsung Galaxy S9
En 2018, Samsung tomó todo lo criticado del teléfono anterior —como que el sensor de la huella dactilar en la versión Plus era difícil de alcanzar y otros problemas de software— y lanzó el Galaxy S9 y S9+, un par de celulares querido por los seguidores de la compañía surcoreana.
Este celular también llegó con un diseño que incluía márgenes de pantalla aún más reducidos, que permitieron incluir un panel del mismo tamaño en menor espacio. Pero eso no fue todo, las cámaras también mejoraron e integraron un sistema de apertura variable, lo que se reflejaba en mejores fotografías en entornos con iluminación limitada. Además, el S9+ fue el primero de la línea en integrar un sistema fotográfico dual en su parte trasera.
Samsung Galaxy S10
Llegó 2019. El panorama situaba a Xiaomi y Huawei más cerca que nunca de robar el liderazgo entre las compañías de teléfonos surcoreanas, pero Samsung supo destacarse perfeccionando su nuevo terminal.
Por el lado del diseño, los márgenes que rodean la pantalla de los teléfonos se redujeron aún más en relación con el móvil anterior. Además, integró la cámara para selfies dentro de la pantalla, agujereando el panel Dynamic AMOLED de 6,1 o 6,4 pulgadas, lo que se conoce como “Infinity-O Display”.
El Galaxy S10 también innovó con un el lector de huellas dactilares ultrasónico ubicado bajo el cristal de la pantalla, un procesador de 8 nanómetros con una unidad de procesamiento neuronal para las tareas más exigentes (integrando tecnologías como inteligencia artificial y machine learning) y tres cámaras en la parte trasera.
La diferencia entre la versión estándar y la Plus es que a este última tiene un sensor de 10 megapíxeles principal y otro de 8 megapíxeles, pero ambas permitían grabar video con la cámara frontal en 4K, por primera vez en la compañía.
Samsung Galaxy S20
En 2020, Samsung sumó otra división a su familia de teléfonos Galaxy S: la Ultra. Este fue el primer modelo de celular en llegar al mercado con 16 GB de memoria RAM. Por otro lado, toda la serie se lanzó siendo compatible con las redes 5G SA y NSA, gracias al procesador Exynos 990 que incluye en su interior.
Los Galaxy S20 también trajeron por primera vez una pantalla con alta tasa de actualización (120 Hz) y la capacidad de grabar video en 8K. Asimismo, mejoraron las cámaras, con tres lentes traseros de 12, 64 y 12 megapíxeles en los Galaxy S20 y S20+, aunque este último también tenía una cámara ToF adicional. Por otro lado, el modelo Ultra era el más atractivo, integrando cuatro sensores de 108, 48 y 12 megapíxeles y una cámara ToF.
Samsung Galaxy S21
Siguiendo su hazaña del año pasado, en 2021 Samsung lanzó tres modelos: S21, S21+ y S21 Ultra. Este último es el primer Galaxy S compatible con el stylus S-Pen, aunque para usarlo se debe comprar por separado (a diferencia de la línea de celulares Note). El stylus utiliza tecnología de Wacom, por lo que el accesorio no cuenta con una batería que necesite ser recargada.
También hubo cambios en el diseño del teléfono en el Galaxy S21, dándole protagonismo a las cámaras traseras. Para ello, la compañía integró las cámaras en un módulo de metal que se une al bisel que rodea al teléfono.
Finalmente, la compañía hizo que el modelo estándar tuviera un precio más asequible a cambio de algunos detalles. Por ejemplo, el S21 carece de la tecnología Ultra Wide Band y su parte trasera es de plástico, mientras que en el modelo Plus y Ultra es de vidrio.
Ahora nos queda esperar qué novedades tendrá el Samsung Galaxy S22 esta semana. La compañía aún no ha revelado información sobre las especificaciones, pero es probable que Samsung presente tres teléfonos: Galaxy S22, Galaxy S22+ y Galaxy S22 Ultra.
Samsung Galaxy S22
Como era de esperar, la estrella de esta gama fue el Samsung Galaxy S22 Ultra. Este celular es básicamente el sucesor espiritual de la serie Galaxy Note, oficialmente extinto. En realidad, este teléfono se ve y se siente como un Note, con un S Pen incorporado y una pantalla ad hoc.
Quedémonos un momento con el S Pen. Los usuarios ya no tendrán que llevarlo por separado como lo hicieron con el Galaxy Z Fold 3, ni en una funda de silicona aparte como con el Galaxy S21 Ultra. La incorporación en el cuerpo del teléfono fue un paso necesario en la evolución del S Pen, y todos estuvieron felices de verlo allí.
Contaba con una pantalla WQHD+ AMOLED 2X de 6.8 pulgadas con frecuencia de actualización variable de 120 Hz y el procesador Snapdragon 8 Gen 1, y llegó además en configuraciones que van desde 8 GB de RAM con 128 GB de almacenamiento hasta una de 12 GB de RAM con 1 TB de almacenamiento. Todo esto está alimentado por una robusta batería de 5,000 mAh.
Los modelos más pequeños, el Samsung Galaxy S22 y el Galaxy S22 Plus llegaron sin un S Pen o un zoom óptico de 10x, pero fueron una excelente opción, y de seguro verás hoy en día muchos de estos celulares en perfectas condiciones. Conservaban parte del mismo lenguaje de diseño está presente, aunque en colores adicionales y mejoras con respecto a los modelos del año anterior.
Bajo el chasis traían el procesador Snapdragon 8 Gen 1 de Qualcomm (con Exynos en algunos países) y 8 GB o 12 GB de RAM junto con 128 GB o 256 GB de almacenamiento. Contaban con pantallas FHD+ AMOLED 2X, de 6.6 pulgadas en el Galaxy S22 Plus y de 6.1 pulgadas en el Galaxy S22. Una diferencia con respecto a los modelos S21 era su trasera de vidrio, lo que los hacía más elegantes.
Samsung Galaxy S23
El Galaxy S23 Ultra que conocimos el pasado 1 de febrero conservó su S Pen integrado, ofreciendo más posibilidades de productividad, toma de notas, pasatiempos y más. El Galaxy S23 Ultra hace que sea más fácil para cualquier nivel de fotógrafo capturar contenido fenomenal. Ofrece el sistema de cámara más avanzado de Samsung Galaxy: por primera vez en Samsung Galaxy, el Galaxy S23 Ultra cuenta con un nuevo sensor de píxeles adaptables de 200MP que captura momentos épicos con una precisión increíble. Y ya que las cámaras de selfies se usan casi más que las cámaras traseras, toda la serie Galaxy S23 viene con enfoque automático rápido y Super HDR, que pasa de 30 fps a 60 fps para obtener imágenes y videos frontales notablemente mejores.
En los modelos Galaxy S23+ y Galaxy S23, la icónica cámara Samsung Galaxy también ha mejorado. Se eliminado la carcasa de contorno, lo que marca una nueva era de diseño Galaxy esencial que hace que toda la serie se destaque.
El chip Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 permite en estos teléfonos un rendimiento sin precedentes, mientras que la batería de 5000 mAh del Galaxy S23 Ultra promete un 20 Galaxy S23+ y Galaxy S2% más de combustible que el modelo del 2022. El rendimiento de gráficos del Galaxy S23 Ultra es también más rápido en un 40%, y su rendimiento de IA también está optimizado en un 40% más para equilibrar el rendimiento y la potencia en fotografía, videografía, juegos de baja latencia y más.