A menos que vivas debajo de una roca, es imposible que no te hayas enterado de que en elúltimo mes y medio Samsung paso del cielo al infierno.
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La empresa lanzó su segundo celular bandera del año, el Galaxy Note 7 un mes antes de que Apple lanzara su iPhone 7.
A pesar de que aún no han podido simular una combustión espontánea de este celular, la empresa coreana, The Korea Herald afirma que Samsung podría cambiar por completo su estrategia de mercadeo con el fin de mejorar la percepción de la marca con respecto a la seguridad de sus celulares.
Durante los últimos años, la empresa se enfocó en dos líneas diferentes. La S es la más popular con un modelo anual. Los Galaxy S7 y S7 Edge fueron lanzados en febrero de este año, y no han tenido ningún problema de combustión, mientras que el Note 7 ha tenido una base de usuarios más pequeña.
Pero la línea Note empezó a crecer junto con la popularidad con los celulares de pantallas grandes (también llamados “phablets”) y por lo tanto, Samsung apuntó a un público más amplio este año cuando lanzó el Note 8.
Las pre-ventas fueron fabulosas y Samsung estaba literalmente haciendo su agosto. Efectivamente, el diseño y las características del aparato eran fabulosas y un gran contendor del iPhone 7.
El portal coreano de noticias Newsis, afirma que el lanzamiento de los dos modelos bandera en un solo año afectó la calidad del último. El lanzamiento del Note 7 había servido a Samsung hasta ahora como colchón financiero en el área de los celulares durante los últimos meses del año, cuando las ventas de la línea S disminuyen.
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El fin de la producción del Note 7 es para los analistas un preludio a la cancelación de esta línea. Un vocero de Samsung afirmó a Newsis que “Samsung no sabe qué hará para recuperarse de este fiasco del Note 7 pero lo más seguro es que cambie su actual estrategia de mercadeo y portafolio de productos”.
Es posible entonces que los esfuerzos de Samsung se enfoquen entonces únicamente en el Samsung S8 que sería lanzado durante el 2017.
