Un jurado federal encontró a Apple culpable de violar una patente vinculada con la Universidad de Wisconsin por la que la compañía podría ser obligada de pagar más de $862 millones de dólares.
Se trata de los procesadores A7, A8 y A8x que Apple lanzó en los últimos años. La Fundación de Investigación de Ex alumnos de Wisconsin (WARF por sus siglas en inglés) demandó a Apple a principios de 2014 alegando que los procesadores infringen una patente desarrollado por la universidad que mejora la eficiencia y el rendimiento de los procesadores actuales. Según la denuncia, el trabajo de los investigadores ha sido reconocido como un importante hito dentro del campo de la arquitectura de microprocesadores, obteniendo el líder del grupo el premio Eckert-Mauchly, uno de los premios más prestigiosos en este ámbito.
Por su parte, Apple argumenta que la patente era inválida y no habían cometido infracción. Sin embargo, esta semana un jurado de Madison rechazó las afirmaciones de Apple por lo que los demandantes solicitan hasta $862.4 millones de dólares. La fundación también demandó a Intel en 2008 y el caso se resolvió al año siguiente por una suma no revelada.
La pesadilla no termina allí para Apple. WARF sumó otra demanda contra Apple el mes pasado acusando que los nuevos chips A9 y A9X también violan la propiedad intelectual de la universidad. Estos procesadores de Apple se encuentran en los nuevos iPhones y iPads que la empresa lanzó el mes pasado. Apple negó que estén infringiendo patentes y se espera una apelación que probablemente alargará el proceso en la corte.
Esta no es la primera vez que Apple se enfrenta a una demanda tan importante. En los últimos años la compañía ha tenido varios enfrentamientos con compañías como Samsung y Google. Ya veremos los resultados de s última batalla en la corte.