Una de las principales características novedosas del iPhone X es la tecnología incorporada de reconocimiento facial, llamada Face ID. Pero pese a que la compañía ha afirmado que esta tecnología es segura y no constituye un riesgo de invasión a la privacidad, ya existe controversia al respecto.
Lo que ocurre es que las promesas de privacidad de Apple tienen límites. Según informa Reuters, no se extienden a los miles de desarrolladores de aplicaciones que obtendrán acceso a datos faciales para crear otras funciones de entretenimiento para los dueños del iPhone X, como colocar una máscara tridimensional en la cara para una selfie, o permitir que los personajes de algún juego reflejen las expresiones faciales de la persona que lo esté usando.
Apple permite a los desarrolladores tomar ciertos datos faciales de los teléfonos, siempre que se comprometan a no hacerlo sin antes solicitar el permiso del cliente, y a no vender los datos a terceros, entre otros términos de un contrato visto por Reuters.
La función de Face ID funciona con el sistema de cámara «TrueDepth» oculto en el corte en la parte superior de la pantalla del iPhone X. Si sostienes el teléfono frente a tu rostro, te iluminará una matriz infrarroja de puntos, lo que permite que la cámara infrarroja te identifique. Incluso funciona en la oscuridad. Usando el procesador biónico A11 de seis núcleos del iPhone X junto con 3 GB de RAM, un motor neuronal procesa la imagen en tiempo real, mapeando matemáticamente los contornos y la forma de tu cara para darte acceso a tu teléfono.
Apple dice que Face ID no se confunde con peinados, sombreros o barbas, y de acuerdo con el Director de Software de Apple, Craig Federighi, los datos de tu rostro se almacenan en el enclave seguro dentro del chip Bionic A11.
Sin embargo, la relativa facilidad con la que los desarrolladores podrían tener acceso y guardar los datos faciales en sus propios servidores remotos, da la impresión que Apple está publicando mensajes conflictivos.
Las posibles implicaciones de esta dicotomía ya son motivo de preocupación entre organizaciones de protección al consumidor. «Los problemas de privacidad en torno al uso de la sofisticada tecnología de reconocimiento facial para desbloquear el teléfono, han sido exagerados», dijo Jay Stanley, un analista de políticas de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). «Los problemas reales de privacidad tienen que ver con el acceso de desarrolladores externos a Apple, y deben ser tomados en cuenta», señaló.
Por su parte, Apple afirma que Face ID es más seguro que otros sistemas biométricos. Por ejemplo, explican que la posibilidad de que alguien que no seas tú pueda desbloquear tu teléfono con Touch ID es una en 50,000, pero para Face ID es una en un millón.