Algún día los smartphones serán antigüedades, reemplazados por interfaces de realidad virtual que la gente llevará a todas partes. Al menos, eso es lo que está prediciendo el fundador de Oculus, Palmer Luckey «Estaría muy sorprendido si dentro de 50 años seguimos cargando las losas en nuestros bolsillos cuando se pueden proyectar un entorno virtual» dijo Luckey en Web Summit 2015.
La realidad aumentada ahora mismo que proyecta la información sobre la vida real, como Google Glass – es independiente de la realidad virtual – que ocupa todo el campo de visión para sumergirte en un mundo virtual, como el Oculus. Luckey predice que estas dos tecnologías acabarán convergiendo, y las vamos a utilizar casi constantemente.
En vez de mirar una pantalla, dijo Luckey, los consumidores se acostumbrarán a los entornos virtuales que complementan constantemente su mundo.
«Usted lo llevará puesto todo el tiempo o lo cargará todo el tiempo», dijo Luckey. «Casi todo el mundo va a tener que».
Si esto parece inverosímil, pero considere lo improbable que eran hace 40 o 50 años los ordenadores de bolsillo capaces de conectarse a una red global que contiene todos los conocimientos y los videos de gatos de la humanidad. Ese es el tipo de escala de tiempo que Luckey está hablando aquí, y mucho podría cambiar de aquí a 2065.
Por un lado, el precio de la tecnología de la realidad virtual y aumentada va a venir hacia abajo. En este momento un sistema de Oculus con una computadora lo suficientemente potente como para soportar VR cuesta más de $1,000 dólares.
«La mayoría de la gente no tiene que» Luckey admite, agregando que las cosas van a cambiar. «En cinco o seis años, la mayoría de los ordenadores personales van a ser capaz».
Imposible saber si Luckey está en lo correcto si la gente incluso quieren ese tipo de tecnología constantemente en su rostro. Pero una cosa es segura: es una visión fantástica del futuro
«VR es una tecnología de ciencia ficción», dijo Luckey. «Está a la altura de los viajes espaciales, viajes en el tiempo, inteligencia artificial y autos voladores».