Los aviones son la manera más segura de viajar, así lo asegura las estadísticas que calculan que las probabilidades de morir en un accidente aéreo son una en 5 millones. Sin embargo, para alrededor de un 30 por ciento de los viajeros, la sola idea de viajar a 500 millas por hora y a 11.000 pies de altura, puede provocar algún tipo de ansiedad o miedo y que ocasionalmente puede degenerar en un ataque de pánico en pleno vuelo.
El periódico Daily Mail de Londres, informa que estudiantes de la Universidad Tecnológica de Delft en Holanda, crearon un nuevo concepto de asientos para aviones llamado “ FlightBeat”, que permiten monitorear el ritmo cardíaco de los pasajeros mediante sensores colocados en el respaldo.
“Los viajeros indispuestos o nerviosos, tienen una frecuencia cardíaca más rápida y los sensores son capaces de leer los impulsos eléctricos del corazón a través de la ropa, permitiendo así mantener una lectura constante de la salud física y mental de los pasajeros», explicaron los estudiantes.
La información es transmitida a una aplicación para el iPad que alerta al personal de cabina, cuál de los pasajeros necesita un simple vaso de agua o requiere de una mayor atención.
Gracias a la colaboración de KLM Airlines, FlightBeat ya se instaló en forma experimental en algunos aviones y se espera que “ayude a prevenir costosos aterrizajes de emergencia causados por aquellos que esperan demasiado tiempo antes de alertar a la tripulación cuando se sienten mal”.