La Agencia de Noticias Notimex informa que al cumplirse 30 años del devastador terremoto ocurrido en la ciudad de México en 1985 y que cobró miles de víctimas, el ingeniero mexicano Reynaldo Vela Coreño, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrolló una cápsula capaz de proteger a las personas de los peligros de la caída de edificios, incendios y gases tóxicos.
La cápsula denominada K 107, tiene forma de huevo y se fabricó de materiales ultrarresistentes como aleación de polvo de titanio con acero. Su tamaño es similar al de un refrigerador y se ofrece en dos modelos que oscilan entre 6,5 pies (2, 10 metros) de altura para adultos, y otro más pequeño de 3,2 pies (1 metro), diseñado para niños.
El ingeniero Vela Coreño afirma que la estructura está conectada al Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) y tiene su propia alerta de respaldo, similar a la que se utiliza en Japón y consistente en una red independiente de 18 satélites. Al iniciarse el terremoto ambas alarmas se activan automaticamente junto al sistema de localización GPS que permitiría ubicarla en tiempo real, aunque se caigan las telecomunicaciones.
La capsula dispone en su interior de iluminación “LED” de bajo consumo alimentadas por su propio banco de baterías de litio y cuenta con un sistema de agua, alimentos y un tanque de oxígeno que ayudará a su ocupante sobrevivir varios días.
En cuanto al mantenimiento, Vela Coreño indicó que solo se requiere cambiar el depósito del agua cada seis meses y cada dos años y medio el de oxígeno.
Debido a que los materiales de la cápsula son de importación, el modelo básico tendría un costo de alrededor de 22 mil pesos mexicanos, unos 1.298 dólares, que «podría cubrirse en pagos diferidos y subsidios para poblaciones de menores recursos”, explicó el ingeniero.
La K 107 también tendría otras aplicaciones como proteger a las personas ante una inundación, ya que puede flotar; así como de incendios porque es hermética y resistente temperatura de hasta 1.112 grados Fahrenheit (600 grados centígrados). Se podría utilizar en el sector industrial para proteger el personal de centrales eléctricas, refinerías u otros lugares donde es necesario resguardarlos de situaciones catastróficas. La cápsula incluso serviría de protección contra gases tóxicos producidos por incendios o los provenientes de erupciones volcánicas.
El ingeniero Vela Careño, fue ganador del Premio de Ingeniería de la Ciudad de México 2009 y mencionó que ahora su nuevo proyecto es trabajar en el desarrollo de un sistema de búsqueda para las cápsulas apoyado por drones.
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