El precio de los vehículos nuevos es alto y sube constantemente, por lo que subirte a uno de segunda mano se torna una válida alternativa. El truco para ahorrar dinero es hacerte de un coche de calidad y que haya sido tratado con cuidado. En esta guía, te entregamos los mejores consejos para comprar un auto usado.
Conoce lo que quieres
Los carros están diseñados para un propósito: averigua primero para qué lo necesitas. Si buscas solo una máquina que te lleve entre dos puntos, como la mayoría de las personas, y no tienes requisitos específicos (por ejemplo, tracción total o transportar instrumentos musicales y equipos de amplificación), probablemente te sobre con un compacto. Si necesitas remolcar equipamiento agrícola o mides 6’7″ (es decir, más de dos metros), deberás hacer una búsqueda más específica.
Haz una lista con los modelos que se adapten más a tus necesidades y chequea qué hay en venta cerca de tu casa. Lo que encontrarás dependerá de lo que busques y de dónde vivas. Compra a alguien cercano a tu hogar y siempre conduce el vehículo antes de comprarlo. Incluso si es tu tercer Dodge Challenger y sabes exactamente en lo que te estás metiendo, recuerda que nunca estuviste antes al volante de esa unidad. Uno de los primeros consejos para comprar un auto usado es alejarte de cualquier vendedor que no permita realizar una prueba de manejo.
Aprende cuánto pagar
Hay decenas de recursos para no ser estafado al comprar. Al menos en Estados Unidos, sitios como Edmunds y Kelley Blue Book te darán una idea de cuánto pagar por un automóvil dependiendo de su nivel de equipamiento, su estado y su millaje (kilometraje). Sugerimos navegar a través de los clasificados para ver cuánto piden por un vehículo similar. Recuerda otro de nuestros consejos para comprar un auto usado: normalmente hay espacio para regatear el precio.
Ojo con quién vende
En términos generales, es mejor comprar en un concesionario conocido que a un vendedor privado. Por concesionario conocido nos referimos a uno que representa a un fabricante de automóviles o uno genérico con décadas de experiencia. Pregúntales a tus amigos y familiares a quién comprarían un automóvil y a quién no. Sin embargo, deberás usar su propio criterio cuando se trata de determinar si un oferente particular es confiable.
En última instancia, depende de quién es el concesionario, quién es la parte privada y qué automóvil está en el negocio. Compraríamos, por ejemplo, un Audi A4 2018 del distribuidor local, porque lo más probable es que sea parte del programa de segunda mano certificado (certified pre-owned o CPO). Por el contrario, no compraríamos un Volkswagen Escarabajo de 1964 al distribuidor más cercano, pues quiá obtendríamos uno en mejores condiciones en manos de un particular.
Entre los consejos para comprar un auto usado, recuerda lo siguiente: nunca es aconsejable comprar en un concesionario recién instalado que opera en un almacén en la parte de la ciudad donde los alquileres son baratos. El sentido común y la cautela serán tus guías.
Rara vez es una buena idea comprar un automóvil de una flota de alquiler. Aunque luzca bien mantenidos, recuerda que ha sido conducido por tantas personas, que podrías terminar poniendo una bomba de tiempo en tu garaje. Es como los años del perro: una milla en un auto de alquiler representa siete millas de desgaste.
Las furgonetas y camionetas pueden ser una excepción a esta regla. Normalmente, se manejan suavemente, porque los conductores les tienen miedo (son grandes y difíciles de maniobrar), y a menudo solo se usan para mudanzas o electrodomésticos.
Ten cuidado al comprar un automóvil de un adolescente o una persona mayor. Quizá no querrás comprar el Honda Civic con el que tu vecino de 16 años aprendió a conducir ni el carro de quien lo ha conducido exclusivamente en segunda marcha por los últimos seis años.
Revisa el historial
CarFax puede ayudarte a descifrar la historia de un automóvil, pero tampoco es imprescindible.
Nunca tomes como la verdad absoluta la información que figura en un anuncio o la proporcionada por el personal de ventas de un distribuidor. La investigación básica te enseñará mucho sobre el coche que estás a punto de comprar. Primera pregunta: ¿está limpio el historial? Olvida un automóvil cuyo dueño es una empresa, especialmente si fue rescatado, independientemente de las excusas que el vendedor saca del sombrero. Segunda: ¿tiene el registro completo de servicio? No hay razón para que no lo tenga. Si estás comprando uno antiguo, como un Jeep Cherokee 1986, reconstruir la historia será más difícil, pero no imposible.
Asegúrate de que el kilometraje sea consistente con cada factura. No desearás comprar un automóvil de 18,000 millas (30,000 km) que tuvo su último cambio de aceite hace tres meses, cuando completó las 75,000 (120,000). Sigue atentamente el desgaste. Si parece que el asiento del conductor tiene un desgaste de 200,000 millas, probablemente lo tenga, incluso si el odómetro marca 20,000.
¿Son las llantas las originales? Si no, ¿por qué? ¿Es una puerta un poco más clara (u oscura) que las otras? ¿Están alineados los paneles de la carrocería? La pintura y los paneles de la carrocería mal alineados son una señal de accidente y comprar un automóvil golpeado es una excelente manera de encontrarte con problemas en el futuro.
De los consejos para comprar un auto usado, otro esencial es ir de compras siempre con un escáner OBD2. Los códigos de falla almacenados en la ECU revelarán problemas que no veas, escuches o sientas al manejar el carro. Los vendedores que no tienen nada que ocultar no deberían tener problemas para permitirle enchufar el equipo, que se puede comprar en línea por menos de $20 dólares. También es una gran herramienta para tener en el garaje.
¿Tienes dudas? Pregunta
No te avergüences por admitir que no tienes idea de lo que estás comprando. Si te desorientas, busque un amigo, un pariente o un vecino que no lo esté y llévalo contigo a comprar. Puede costarte una comida o una ronda en el bar, pero te salvará de malos ratos a posteriori.
Otra sugerencia es contratar con un taller mecánico independiente una inspección previa. Si el procedimiento se hace correctamente, identificará todos y cada uno de los problemas y te dará una estimación de cuánto podría costar solucionarlos.