¿Un automóvil americano “de músculo” que no echa humo por sus ruedas? ¿Qué será después? ¿Una noche de año nuevo sin champán? ¿Un cuatro de julio sin fuegos artificiales? ¿Barbacoas sin cerveza? Eso es exactamente lo que Dodge parece estar proponiendo con su Challenger GT de tracción total.
Quita toda esperanza de ver humear sus neumáticos traseros. Se trata, en el fondo, de hacer más seguro a sus modelos en climas fríos, además de reposicionarse comercialmente ante la mayor plaga automotriz de los últimos años: la fiebre del SUV.
Para esto, el Challenger recibe el hardware driveline de su hermano, el Charger SXT AWD. La adición de un eje delantero aumenta la masa total en 157 libras, haciendo que GT AWD pese en la balanza un total de 4,103. Se debe reconocer aquí que la suspensión modificada del Charger hace un trabajo más que digno al manejar todo este peso adicional.
Llamar a este Challenger el primer vehículo-musculoso de tracción total puede llevar un poco a engaño, ya que no es tan muscular. Movido por un V6 Pentastar de 305 caballos de FCA, alcanza el cuarto de milla en 14.8 segundos, o si lo prefieres, pasa de cero a 60 mph en 6.3 segundos. A pesar de su nueva tracción, el tiempo de aceleración es en realidad 0.1 segundo más lento que los modelos V6 de tracción trasera, lo que hace del Challenger GT el más lento de la actual generación, quedando incluso por detrás de las versiones de cuatro cilindros con turbocompresor de Ford Mustang y Chevrolet Camaro.
El carro se mueve únicamente a través de una transmisión automática de ocho velocidades, ya que una manual ni siquiera está disponible. El sistema all-wheel-drive, capaz de desacoplar el eje delantero para aumentar la eficiencia, favorece la unidad trasera la mayor parte del tiempo. Cuando la temperatura cae en invierno, o cuando el computador detecta el deslizamiento de las ruedas, el embrague se acopla sin problemas al árbol del propulsor, enviando hasta 38 por ciento del par disponible al eje delantero. La activación del modo deportivo también bloquea el sistema en tracción total. En Michigan, donde los inviernos a veces duran hasta bien entrada la primavera, se ha confirmado lo que el sistema funciona.
Por fuera, las voluminosas proporciones del Challenger y su aspecto retro no sufren modificaciones. Las ruedas delanteras estándar son una pulgada más grandes que los delanteros del SXT.
A partir de $34,490 dólares, el GT ofrece un mayor grado de capacidad en el hielo que sus competidores Ford y Chevy. Pero esta transformación de un automóvil de músculo americano para hacer frente al frío se siente un poco… comercial, y nada más. Muchos hubiesen preferido poner un motor V8 de tracción trasera, y simplemente cambiar los neumáticos cuando la escarcha se instala en las carreteras. Pero bueno: los tiempos cambian.