Freitas, contrató estudiantes universitarios, para catalogar y empezar el proceso de distribución “on line” de su mayor obsesión y que comenzó durante su niñez al adquirir en 1964, su primer vinilo de los “Beatles” brasileros Jovem Guarda. Cuando terminó la escuela secundaria ya poseía una colección de 3.000 discos y al alcanzar los 30 años, sumaban entre 25.000 a 30.000 unidades.
Al poco tiempo heredó la compañía de autobuses de su familia, lo que convirtió en millonario, pero desafortunadamente, coincidió con la separación de su primera esposa y que desencadenó un aumento considerable en su obsesión adquisitiva.
“He ido a terapia durante 40 años para tratar de explicar esto a mí mismo”, dijo Freitas durante el reportaje, “Tal vez sea porque estaba solo….realmente no lo sé.”, agregó.
Freitas utiliza una red de compradores que trabaja desde varios puntos del mundo, quienes le ayudan a adquirir discos individuales en disquerías y colecciones completas en subastas o a través de avisos en los periódicos: “Compramos cualquier colección de discos, sea cual sea su estilo musical. Pagamos el mayor precio del mercado.”
Hoy por hoy, la colección ocupa un local, situado en San Pablo, de más de 25.000 metros cuadrados y Freitas que ha bautizado el proyecto “Emporium Musical” , no aclaró si la colección musical estará disponible en forma gratuita o en un servicio pago tipo “Spotify”.
