Cómo no recordar el célebre discurso de Steve Jobs ante los recién graduados de la universidad de Stanford; quedará en nuestro recuerdo y como lección vital para los que deseen seguir sus sabios consejos. El reto no era fácil y siempre bajo la larguísima sombra del genial cofundador de Apple, Tim Cook no esquivó la invitación y él mismo ha hablando ante los recién licenciados de esta prestigiosa facultad. Como suele ser habitual en Apple, siempre hay un titular cuando uno de sus directivos habla, pero en este caso, las palabras del CEO de la firma no han podido pasar desapercibidas.
El de Alabama ha disparado munición pesada sin nombrar a nadie afirmando que, pese a que la tecnología ha logrado cambiar el mundo, también “magnifica lo bueno y lo malo” de lo que somos. ¿A qué se refiere exactamente? El directivo de Apple pone el semblante serio y critica amargamente las brechas en la seguridad, la violación de la privacidad, las «fake news», el discurso del odio y cómo muchos intentan engañar por unos pocos dólares.
Privacidad y libertad como seres humanos
Por si no quedara claro, Tim Cook vuelve a referirse nuevamente a la privacidad y relaciona su salvaguarda con “nuestra libertad” en una comparación que puede parecer desmedida, pero no lo es. El CEO advierte de un fenómeno que se está extendiendo cada vez más y que se da cuando no hay un cuidado férreo de nuestra privacidad en la red: el usuario “se expone cada vez menos” en sus opiniones y derivado de esto, ve mermada también su creatividad.
Cook habla de “vigilancia digital” que poco a poco va limitando nuestras posibilidades y pasa la pelota a los recién graduados para que “tomen la responsabilidad” de cambiar las cosas: “lo quieran o no, lo que crean los define como personas”. El discurso se endurece de nuevo cuando Cook relaciona la mencionada vigilancia digital con la falta de libertades y alerta de la importancia de no acostumbrarnos a las brechas de seguridad ni a la vulneración de nuestra privacidad.
¿Una severa crítica a Facebook o Google, tal vez? El máximo dirigente de Apple, fiel a su discreción y carácter taimado, sabe bien señalar el problema sin nombrar al culpable pero dejando que la evidencia le delate. Apple siempre se ha posicionado de una manera diferente en el sector de la tecnología: la privacidad no debe tener un precio sino que es un derecho del individuo, o lo que es lo mismo, una posición radicalmente diferente a la de Facebook y Google que venden anuncios explotando la información de sus usuarios.
La ‘factoría del caos’
Fuego a discreción en la línea de flotación, pero siempre de guante blanco: Cook lamenta que la misma creatividad que dio vida a productos transformadores como el iPhone, ahora se ha convertido en lo que él califica como la ‘factoría del caos’, en la que no comprende como quienes generan problemas, no aceptan sus responsabilidades y por extensión, no los solucionan; Zuck, ¿va esto por ti?
Pero un discurso de Apple no sería tal si no hubiera un impulso motivador y un gran foco en la persona: Cook reivindica la creatividad y el espíritu transformador de la persona y que tanto ha caracterizado a los licenciados de Stanford. Los amantes del discurso motivacional amarán también la mención de Cook a la ‘humildad, no referida como ser algo insignificante, sino servir a un objetivo más grande’. En este sentido, instó a los licenciados a ser ‘creadores’ y recuerda que los principales líderes cuyas obras permanecen en el tiempo, ‘las construyeron pieza a pieza’; un claro guiño a no recurrir a atajos sino un brindis al esfuerzo.
Tim Cook va concluyendo su discurso y lo hace de una forma cada vez más íntima: «Hace catorce años Steve dijo en este estrado ‘vuestro tiempo es limitado’ y yo voy a dejar mi corolario: no es lo mismo estar preparados que estar listos»; el CEO se refiere a la sensación que tuvo cuando Steve Jobs le confirmó que no podría seguir y que él tendría que tomar el timón de Apple. «Fue el momento en el que me sentí más solo de mi vida», confesó Cook emocionado y dejó a los graduados un último consejo que vale millones: no intentes ser la persona que las expectativas de los demás quieren, sé tú mismo.