Las nuevas MacBook Pro llegaron con una inédita muesca que hasta ahora solo se había visto en los iPhone; ni siquiera en el iPad se agregó el notch antes, pese a su parecido con los teléfonos. Y como no a todos le gusta esta característica, Apple agregó una opción en el sistema operativo para desactivarla.
El problema con la muesca de las MacBook es que no todas las aplicaciones están adaptadas para omitir el espacio en la pantalla donde se ubicada la cámara de la computadora portátil. Por tanto, opciones del menú superior pueden quedar ocultas detrás del notch en un espacio al que el puntero del mouse no puede acceder.
Por fortuna, existe una solución que permite omitir la parte superior de la pantalla que alberga a la cámara. Esta solución es una casilla llamada Scale to fit below built-in camera (escalar para ajustar debajo de la cámara) que se encuentra en el menú de información de una aplicación.
Al activar la opción, la ventana de la aplicación o programa se limita a usar la pantalla solo hasta la altura de la muesca. De esta manera se evita que opciones del menú o de la barra de estado desaparezcan o queden innacesibles detrás del notch.
Por supuesto, los biseles del MacBook Pro se hacen más gruesos —sobre todo el de arriba— y se pierde algo de espacio en la pantalla. Precisamente para ello Apple dice haber agregado la muesca, para aprovechar al máximo la estructura del aparato pero sin sacrificar la siempre útil cámara web.
Será curioso ver si este polémico diseño se mantiene en el tiempo o si las siguientes encarnaciones de la MacBook Pro lo dejan de lado tal como ocurrió con el panel táctil.