Murmullos, silencios incómodos… La pasada keynote enmarcada en plena celebración de la conferencia mundial de desarrolladores de Apple -la popular WWDC-, nos guardaba, cómo no, una sorpresa. Y no, no nos estamos refiriendo a un revolucionario producto (que también llegó, por otro lado), sino a un accesorio en particular: el soporte de la espectacular pantalla Pro Display XDR que se llevó buena parte del protagonismo, sobre todo por su precio. Este complemento se comercializa a $999 dólares ni más ni menos, y claro, la polémica estaba servida.
Apple nos tiene bien acostumbrados a estas cosas, como cuando presentó el Apple Pencil: ¿un lápiz por más de $100 dólares? Así que los más críticos tenían el terreno abonado puesto que además, el fabricante, no incluye el controvertido soporte en el precio total de esta costosa pantalla, o lo es que lo mismo, a los $4,999 dólares que cuesta la pantalla hay que sumar $999 dólares para simplemente poder sujetar el monitor.
¿Cómo es esto? ¿Una peana de mil dólares? El principal temor residía en lo que muchos llaman ‘tasa Apple’, o ese sobreprecio que el fabricante puede aplicar a sus productos debido al prestigio de la marca; pero un análisis más cercano del producto nos puede llevar a una sorpresa.
¿Cómo puede un soporte costar tanto?
Aunque Apple lo ha repetido de forma insistente, la nueva Mac Pro no es un producto de consumo que uno vaya a instalar en su casa: se dirige al sector profesional, a la gran empresa que quiere una computadora de un sobresaliente rendimiento porque es capaz de rentabilizar su coste. Dicho esto, si damos un rápido paseo por Amazon descubrimos que los soportes que superan los mil dólares no son, en realidad, una extravagancia: de hecho, hay varias referencias que superan ese importe. La primera gran sorpresa sería reconocer que hay un mercado de soportes orientado a la empresa que desconocíamos por completo.
Superado este primer susto, visitamos la propia web del producto en la que Apple, como no podía ser de otra manera, dedica toda una sección a este soporte. A estas alturas, nadie duda que este fabricante ha dedicado una indecente cantidad de horas en el diseño, desarrollo y pruebas de este producto, pero conviene conocer todo su alcance. En el citado apartado, Apple escribe: “Eleva tu trabajo y rótalo”, una frase que es el anticipo del potencial y la capacidad de este soporte, del que descubrimos varias características: la primera de ellas, es que el enganche con el monitor es magnético, es decir, que la pantalla puede colocarse y quitarse sin necesidad de atornillar nada.
¿Por qué es esto importante? Porque en el puesto de trabajo, puede utilizarse la Pro Display en varios lugares en una sola jornada; sin ser profesionales del sector, desconocemos la necesidad real de esta circunstancia, pero Apple la resalta en su web, con lo que el mercado al que se dirige sin duda lo valora.
Otra característica de este soporte reside en que permite mover el monitor en todas las direcciones y ángulos con una gran precisión y un margen de movimiento de 120 milímetros, todo ello gracias al complejo engranaje que Apple ha mostrado en el vídeo del producto. La peana permite, además, girar la pantalla por completo en posición vertical “para evitar un scroll interminable” en determinados trabajos, y recordemos que el enganche es magnético, con lo que poco a poco vamos comprendiendo que no se trata de un soporte cualquiera, sino de una obra de ingeniería diseñada al milímetro para la Mac Pro, no un soporte estándar que puede emplearse en cualquier computadora.
Llegados a este punto… ¿Es realmente caro este soporte o el precio se ajusta a lo que ofrece? Nuevamente, quienes se echen las manos a la cabeza y protesten por el precio parecen no ser el target del producto, pero quienes comiencen a estudiar las posibilidades y hacer números, sí son el segmento de mercado al que va dirigido Apple.
Un momento… ¿no pasa exactamente lo mismo con todos los productos de su catálogo?