Apple tiene una regla bien conocida respecto de sus productos más antiguos, o pueden caer en la categoría obsoletos por completo, o se transforman por un tiempo en objetos de culto vintage, referido a aquellos dispositivos que tienen entre 5 a 7 años de antigüedad y a los que ya no se les provee soporte.
Y es un ejercicio que realiza de manera bastante periódica, y sobre todo después de algún lanzamiento importante.
Ahora Apple ha decidido llevar a su cementerio vintage a dos productos que fueron emblema de otra época: el Mac mini 2018 con Intel y al iPhone 6s.

A pesar de que el iPhone 6s se lanzó en 2015, se une a la lista al mismo tiempo que el Mac mini de 2018 porque Apple continuó vendiendo ese iPhone mucho más tiempo que su último Mac mini de Intel.
Dado que estos productos ahora se consideran antiguos, Apple ya no garantiza que las piezas para las reparaciones estén fácilmente disponibles.
Durante los primeros 5 años desde la última distribución de un producto, Apple promete poner a disposición el servicio y las piezas. Pero ahora que estos dispositivos se consideran antiguos, es posible que pueda o no obtener soporte.
Después de que entre en vigor el umbral de «obsoleto» de 7 años, Apple oficialmente ya no ofrecerá servicio ni piezas.