Poco duró la iniciativa de la Unión Europea por estandarizar los cargadores de celulares en su territorio, toda vez que uno de los principales fabricantes del mundo les cerrara un portazo en la cara por su idea.
Apple se negó rotundamente a una petición del parlamento europeo que tenía como objetivo usar un mismo tipo de cargador para, «reducir el desperdicio electrónico y facilitar la vida de los consumidores».
Los de Cupertino rebatieron a ese argumento de la siguiente manera: «un mismo conector sofoca la innovación en lugar de alentarla y dañaría a los consumidores en Europa y en la economía en general».
La defensa de los fabricantes de iPhone es que si de un día para otro se saca el cable Lightning que patentaron los de la manzanita, «tendría un impacto negativo directo al interrumpir los cientos de millones de dispositivos y accesorios activos utilizados por nuestros clientes europeos e incluso más clientes de Apple en todo el mundo, creando un volumen sin precedentes de desechos electrónicos y gran inconveniencia para los usuarios «.
Para ser justos, Apple también presentó una propuesta a la Comisión Europea, e hizo un llamado a unificar los puertos de carga, es decir fijarse en la otra parte del cable que va hacia la corriente. Ahí dicen se puede hacer un trabajo, independiente del tipo de enchufe que tenga el usuario y el lugar de destino como hoteles, restaurantes o lugares públicos.
La compañía que lidera Tim Cook además comentó que, «No creemos que exista un caso de regulación, dado que la industria ya está adoptando el uso de USB Tipo-C a través de un conector o conjunto de cables».
«Esto incluye el adaptador de corriente USB-C de Apple que es compatible con todos los dispositivos iPhone y iPad. Este enfoque es más asequible y conveniente para los consumidores, permite cargar una amplia gama de productos electrónicos portátiles, alienta a las personas a reutilizar su cargador y permite para la innovación», sostuvieron.