Si hay algo que Sony sabe hacer muy bien son las cámaras fotográficas. Consciente de ello, el fabricante lleva tiempo intentando introducir su sabiduría en este campo en los teléfonos móviles.
Después de presentar el Xperia Pro, una versión de su Xperia 1 II con tecnología de las cámaras Sony Alpha, la marca japonesa se renueva con el Sony Xperia PRO-I, su primer teléfono con sensor de una pulgada.
El teléfono cuenta con una pantalla OLED de 6.5 pulgadas con resolución 2K y tasa de actualización de 120 Hz, así como un brillo máximo de 1,000 nits. En su interior encontramos una configuración de gama alta formada por el procesador Qualcomm Snapdragon 888 acompañado de 12 GB de memoria RAM y 512 GB de almacenamiento ampliable mediante tarjetas microSD.
Su batería es de 4,500 mAh con sistema de carga rápida de 30W que, según Sony, consigue 50 por ciento de carga en 30 minutos.
Vistas las especificaciones generales, pasamos al punto fuerte de este teléfono: su cámara. El teléfono tiene el mismo sensor en su cámara trasera que la Sony RX100 VII lanzada en 2019. Es un sensor de una pulgada con lente Zeiss de apertura variable entre f/2.0 y f/4.0. Se acompaña de otro sensor de 12 MP con apertura f/2.2 y un tercero de 12 MP y apertura f/2.4. La cámara tiene iTOF 3D para el enfoque automático y un procesador dedicado Bionz X.
El dispositivo tiene un botón físico para disparar y una ranura para introducirle una correa como en las cámaras. Además, el software emula al de las cámaras Sony Alpha.
Precio y disponibilidad
El nuevo Sony Xperia PRO-I llegará a Europa en diciembre por un precio bastante elevado, 1,799 euros, con una única configuración de memorias y en color negro.