No es primera vez que en Marte se encuentran rocas y estructuras de tamaños o formas muy particulares, pero lo que fotografió la cámara HiRise a bordo de la sonda Mars Reconnaissance Orbiter, es quizás de las más peculiares: se trata de una piedra con cara de oso.
Según un comunicado de la Universidad de Arizona, el hocico y las fauces del oso están compuestos por una estructura colapsada en forma de V, y el contorno de su cara puede deberse al asentamiento de sedimentos en un cráter de impacto subterráneo. El equipo sugirió que esta estructura colapsada puede ser un respiradero volcánico o de lodo.
Esto forma además un fenómeno llamado Anaglifo: imágenes de dos dimensiones capaces de provocar un efecto tridimensional cuando se ven con lentes especiales (lentes de color diferente para cada ojo).
En 1976, la nave espacial Viking 1 detectó una extraña formación rocosa de 3 kilómetros de largo que parecía un rostro humano en una región de Marte llamada Cidonia.