Una operación internacional de contrabando de teléfonos inteligentes, que parece extraída de una película de acción, fue detectada y frenada por las autoridades. Delincuentes usaron drones aéreos para conectar cables de 660 pies de largo entre dos edificios, y luego pasaron más de 15,000 iPhones cada noche a través de la frontera de Hong Kong.
Segun Reuters, el periódico Legal Daily señala que este incidente demuestra el reciente incremento a gran escala de las operaciones de robo y contrabando que ya habían estado ocurriendo durante años en ese país. Las autoridades chinas arrestaron a 26 personas que formaban parte de esta operación de contrabando de iPhones, que se llevaba a cabo entre Hong Kong y la ciudad continental de Shenzhen.
Las detenciones se realizaron como parte de un esfuerzo conjunto entre las autoridades de las dos ciudades. «Es el primer caso en China en el que se usaron drones para contrabando transfronterizos», dijeron funcionarios de aduanas.
No está claro exactamente qué tipo de drones se utilizaron, pero Drone Life especula que al menos uno fue un DJI Phantom 4 modificado, a juzgar por las imágenes publicadas por los medios chinos. Irónicamente, el dron podría incluso haber sido fabricado en Shenzhen, que es un centro tecnológico chino, y el hogar de una planta de producción de DJI.
Una vez que el cable se conectó entre los edificios, los contrabandistas enviaron paquetes individuales con 10 iPhones cada uno.
Así, trabajando en la oscuridad, pudieron pasar hasta 15,000 teléfonos cada noche al otro lado de la frontera, durante un período de seis meses. Según informes, eso sumó hasta 500 millones de yuanes ($79.8 millones de dólares) en teléfonos reacondicionados.
Aunque la mayoría de la fabricación de iPhones se realiza en China, los impuestos y las tarifas hacen que sea prohibitivamente caro tener uno, y hay un mercado negro próspero para contrabandistas. Por ejemplo, una mujer fue atrapada recientemente en la frontera con más de un centenar de teléfonos y 75 relojes de lujo atados a su cuerpo.
Otros más ingeniosos han usado cajas de galletas, latas de café y recipientes de pasta de dientes para esconder los teléfonos. Considerando que un iPhone cuesta $1,000 dólares en los Estados Unidos puede tener un valor de más de $3,000 dólares en China.
Por cierto, esta no es la única vez en la que se han usado aviones no tripulados para cometer este tipo de fechorías.
Los drones también se han utilizado para introducir contrabando en las cárceles. Tal es el caso de una pandilla en Gran Bretaña, que usó un cuadricóptero para entregar paquetes no autorizados a los internos del penal. En otra instancia, un dron cargado con drogas dejó caer su carga en pleno centro del patio de una prisión de Ohio, lo que provocó un disturbio entre los presos.
En el caso de este último incidente, Legal Daily informa que las autoridades chinas intensificarán sus esfuerzos para combatir el contrabando de drones, utilizando sus propios drones equipados con cámaras de alta resolución.