Hace poco más de un año, el fotógrafo Joel Robison compró una cámara fotográfica Sony a7R III. El dispositivo estaba nuevo, por lo que al comienzo no presentó ninguna falla. De hecho, el profesional canadiense comenta que utilizó el equipo en varias ocasiones durante los primeros siete meses, en especial en sus viajes a Reino Unido y Columbia Británica.
Sin embargo, hace algunos días empezó a notar que algo no andaba bien, ya que la cámara no le permitía enfocar de manera normal. Robison revisó el estado de todos los accesorios del aparato e incluso recurrió a la pantalla LCD para verificar el enfoque. Fue ahí cuando se dio cuenta de que el visor estaba bloqueado, ya que había una pequeña araña que vivía en su interior.
“Al principio pensé que era una pelusa o polvo del interior de la bolsa de mi cámara, pero luego se movió y aparté la cara para ver a la araña que separaba las patas y se metía en la esquina del visor, detrás del cristal”, comenta el fotógrafo.
“Y luego rápidamente metió las patas en la esquina del visor y me di cuenta de que estaba dentro del cuerpo mismo. A día de hoy [15 de marzo] sigue viva. Estuvo bastante activa durante una sesión de fotos en la que estuve ayer”, explicó.
Robison piensa que la araña se pudo haber ocultado en el interior de uno de los lentes que utiliza y pasó hacia el interior cuando conectó este accesorio al cuerpo de la cámara.
Sorprendido por esta situación, el profesional contactó a Sony, donde le indicaron que podía enviar la cámara a su centro de reparación. Por ahora, el fotógrafo ha decidido continuar usando la cámara incluso con la araña en su interior. Además de un pequeño desenfoque cuando intenta observar a través del visor, la presencia del inusual residente parece no molestarlo mucho, incluso se lo toma con humor.
“He bromeado al decir que tal vez este sea el comienzo de mi historia como superhéroe”, señala.