La Huawei MateStation X ratifica a la firma como un fabricante confiable de computadoras. Se trata de una máquina todo en uno —la primera de este tipo de la compañía china— que también se puede usar como monitor externo. Una vez que ya probamos sus bondades como PC, hablemos de la experiencia que deja al enlazarle una MacBook Air reciente (la que integra el chip M1), es decir, en su modo como segunda pantalla.
El display de esta todo-en-uno es un Full View de 28.2 pulgadas y cuenta con resolución 4K (3,840 x 2,560 pixeles), relación de aspecto de 3:2 y brillo máximo de 500 nits. Asimismo, incluye un revestimiento AR de cinco capas que reduce los reflejos del panel hasta en un 50 por ciento.
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Analizamos la MateStation X como monitor en dos aspectos: el de la productividad y el del entretenimiento, con resultados favorables en ambos casos.
Impulso a la productividad
Si se pondrá permanentemente en el escritorio, es casi un hecho que cualquier portátil de 13 pulgadas —como la MacBook Air con el chip M1— necesitará un display externo, sobre todo para facilitar las labores de productividad. Pues bien, la Huawei MateStation X está lista para cumplir las más altas exigencias al respecto.
Para la conexión entre ambos dispositivos utilizamos un cable de USB-C a USB-C (Thunderbolt 3), y para poner la máquina como panel secundario se debe dar clic derecho en la interfaz principal de Windows y escoger la alternativa de Mostrar más opciones en el menú que se despliega; en el nuevo listado solo basta seleccionar el ícono de Usar como monitor.
Todo dependerá de los requerimientos de cada persona, pero es posible desplegar en la pantalla grande el navegador web, Word y una ventana de video de forma simultánea, con un tamaño más que óptimo para cada alternativa. El display de la portátil puede quedar libre con el propósito de ejecutar Spotify o contestar mensajes instantáneos, por ejemplo.
También resulta práctico cerrar la laptop en funcionamiento y realizar todas las tareas en el panel de la MateStation X, lo cual es lo más recomendable cuando el cable que conecta a ambos equipos no es lo suficientemente largo. Eso sí, es necesario tener en mente que en una videollamada se debe usar la cámara de la portátil, no la que integra la PC (esta no se activa cuando se utiliza la máquina en el modo monitor).
Entretenimiento
Si se deja a un lado el apartado de la productividad, no es osado decir que la pantalla de la MateStation X fue diseñada de manera exclusiva para la reproducción de todo tipo de contenidos en streaming, de plataformas como Apple TV Plus, Netflix y HBO Max.
Los colores lucen intensos y el nivel de contraste es el óptimo, adecuados con el fin de tener la mejor experiencia cuando es momento de relajarse con el capítulo de una serie o una película completa. También ayuda el hecho de que se puede echar mano, aquí sí, del sonido integrado de la pantalla más grande, el cual, además de ser potente y nítido, está compuesto por tres altavoces de rango completo y un woofer impulsado por la tecnología Speaker Active Machine de Devialet.
Claro, para quienes buscan experiencias sonoras más envolventes, cuentan con la alternativa de habilitar inalámbricamente su bocina o barra de sonido compatible con AirPlay desde la MacBook Air, para seguir con el ejemplo que se planteó desde el inicio de este artículo.
En este escenario, la reproducción de video viene de la portátil, la calidad de imagen es dada por la MateStation X y el audio detallado es cortesía del sistema que acepta el estándar inalámbrico de Apple.
Los resultados satisfactorios también se dan cuando se despliegan imágenes fijas o se ejecuta un clip en YouTube. Como lo mencionamos, parece que el display de la MateStation X se hizo de manera enfática para la reproducción multimedia.
Conclusiones
Es verdad, lo interesante (o lo más funcional) de la MateStation X viene cuando se emplea como computadora, como todo en uno. Sin embargo, su modo monitor, que abre la posibilidad de enlazar una MacBook, no deja de caer bien en algunas situaciones.
También es cierto que en esta modalidad le hacen falta los botones (físicos) que sí integran otros monitores con la intención de lograr una imagen más personalizada, sobre todo en color y contraste.
Ello se olvida al momento de reproducir un contenido multimedia, ya que parece que la pantalla de la máquina se fabricó para dar lo mejor de sí en cada minuto de visualización. Así, el único problema que se les presenta a las personas es contar con una silla realmente cómoda para gozar de una buena sesión de entretenimiento.