Un grupo de jugadores de Guitar Hero descubrió que un joven conocido en redes sociales como Schmooey, quien por varios años había sido considerado el mejor jugador del mundo, era un tramposo.
Schmooey, que tenía un canal de YouTube con poco más de 3,000 suscriptores, había sido famoso por años porque había sido capaz de completar las canciones más difíciles creadas por la misma comunidad de videojugadores de Guitar Hero. Si disfrutaste de alguno de estos juegos (o su similar Rock Band) te resultará sorprendente ver el tipo de supuestas proezas que realizaba Schmooey.
Sin embargo, su fama llegó a su fin con un video que publicó apenas en diciembre de 2021. Schmooey tocó la canción “9 Patterns of Eternal Pain” (el nombre es bastante sugerente sobre la dificultad del tema). La comunidad notó que los dedos de Schmooey no pisaban las teclas que aparecían en la pantalla y hacia el final del video, grabado de un supuesto stream en directo, aparecía una ventana del Windows Media Player.
Jugadores sospecharon y comenzaron a investigar el video cuadro por cuadro. Descubrieron que Schmooey había alterado la grabación. Esto se convirtió en un escándalo en el microuniverso de Guitar Hero, así que Schmooey confesó su trampa y reconoció que algunos otros de sus videos también habían sido alterados.
Su confesión lo condenó, y la comunidad comenzó a analizar todos sus videos, uno a uno. La minuciosidad de la búsqueda terminó por desnudar a Schmooey como lo que es, al menos en lo que respecta a su carrera como jugador profesional de Guitar Hero.
Al final, el jugador no tuvo más remedio que pedir una disculpa pública, eliminar su canal y hasta devolver el dinero que había recaudado al participar en eventos de la comunidad, porque, a decir verdad, aún cuando confesó sus trampas, Schmooey tenía talento. Tal vez la fama lo corrompió.
Toda la historia, donde se detalla punto por punto cómo fue que la comunidad descubrió sus trampas, quedó documentado en un video de YouTube de 27 minutos narrado por Karl Jobst.