Seguramente te preguntaste esta semana por qué hay tanto alboroto con respecto a unos nuevos lentes inteligentes que Intel anunció a principios de esta semana.
Hasta ahora, todos los esfuerzos por desarrollar lentes o gafas con sensores que sean capaces de reconocer sus entornos y conectarte con tu vida digital han fracasado rotundamente por un simple hecho: son estéticamente feos.
La verdad es que estas gafas de Intel marcan un antes y un después con respecto a este tipo de tecnología vestible. Todo inició en el 2012, cuando Google desarrolló los Google Glass. Estos eran un solo lente que se ubicaba al frente de tu ojo derecho, y a pesar de que tenían una fabulosa tecnología, estaban un poco adelantados a su tiempo: no habían muchas aplicaciones y la integración con el mundo real no era la mejor. Pero sin duda su apariencia era lo peor ya que te hacían ver como un ciborg.
Pero estos nuevos lentes se ven “normales”. Parecen un par de lentes de lectura que no parecen tener ningún tipo de tecnología incrustada y pueden tener muchísimas aplicaciones en la vida diaria de una persona.
Los lentes Vaunt no tienen una cámara equipada y podrán ser graduados para miopía o astigmatismo. En lugar de una cámara, viene con una serie de sensores, luz láser, acelerómetro, procesador y otro tipo de componentes que la hacen inteligente. El láser es la parte crucial de estos lentes, pues transmite directamente a la retina.
Podrás ver entonces notificaciones directamente en el mundo real y sin tener que tocar tu celular. ¿Increíble no? Pero ya que esta tecnología apenas está empezando a llegar a productos del día a día, su futuro sigue siendo incierto. Realmente, no se en lo personal qué tanto me interese tener notificaciones proyectadas mientras ando tomando unos cocteles con mis amigas o mientras estoy en el gimnasio. La ventaja, claro está, es que puedes quitarte los lentes cuando quieras, o desactivar las notificaciones.
La pregunta que nos hacemos ahora es, ¿hacia dónde va esta industria y qué podemos esperar a futuro? Para responder estas inquietudes, hablamos con David Goldman, vicepresidente de mercadeo de Lumus, una empresa israelí que fabrica software y hardware con el fin de crear productos con otras empresas que puedan ser comercializados. Los productos de Lumus no son hechos para ser vendidos en el mercado, sino que son hechos para ser vendidos a marcas y otras empresas que puedan desarrollar aplicaciones y marcos más bonitos.
Goldman parte diciendo que la idea detrás de este tipo de lentes es “liberarnos del espejo negro que es la pantalla de nuestros celulares”. Es decir que en vez de interrumpir nuestras conversaciones para mirar nuestras notificaciones, estas aparecerán en tu visión de la forma más natural.
Goldman estima que los primeros dispositivos de este tipo, parecidos a los de Intel, empezarán a ser comercializados alrededor del 2020 y que la verdadera pregunta que debes hacernos es ¿cuándo este tipo de gafas empezarán a remplazar nuestros celulares?
No existe realmente una respuesta a esa pregunta, pues dependería del éxito comercial que puedan tener estos productos. Y una de las claves para lograr una integración fácil y poco molesta en la vida diaria y en un artículo del día a día como lo son las gafas es la interacción. “La interacción debe aparecer cuando la necesites”, afirma Goldman.
Algunos ejemplos que nos brinda de momentos en que esta interacción es bienvenida, es cuando nos encontramos en lugares por fuera de casa, como por ejemplo en un partido de baloncesto o de béisbol. En esos casos, ver las estadísticas de un jugador en particular sería interesante y no te pierdes la acción por estar mirando tu celular.
También, al momento de conducir, ver las instrucciones en tu campo de visión sería muy conveniente. Una característica que Goldman resalta fue una experiencia suya en China, donde podía ver los letreros escritos en mandarín traducidos al inglés. Es literalmente y esencia, una tecnología que podría cambiar la forma como ves el mundo.
Goldman nos adelantó que podremos ver algunos productos hechos con marcas reconocidas muy pronto, pero no se atrevió a darnos ningún nombre concreto. Nos encantaría poder comprar un par de lentes de Ray-Ban o Dolce &Gabbana con esta tecnología: tecnología a la moda, ¡como los relojes inteligentes!
Pero. ¿cuánto podría costar esta tecnología? Teniendo en cuenta el precio con el que salió al mercado el Google Glass ($1,200 dólares) pensábamos que esta tecnología no sería barata, considerando además que marcas reconocidas podrían asociarse con Lumus. Goldman indica que el precio estaría situado entre los $700 y $1,000 dólares, aproximadamente el mismo precio de un celular de alta gama. Se que no es un precio barato, pero considerando que unos lentes con fórmula o con graduación de una buena marca pueden costar entre $300 y $500 dólares, pienso que el precio no es descabellado, teniendo en cuenta su tecnología.
Sin embargo hay mucho por definir. Goldman indica que se necesitan establecer parámetros para regular su uso y la forma como se interactúa con este tipo de aparatos. Si enviar textos y conducir es peligroso, estas gafas podrían llegar a serlo también en algunas ocasiones.
Definitivamente estamos viviendo en una época muy interesante, donde parece que se está empezando a sembrar la semilla para vivir los futuros que nos han presentado por décadas las películas de ciencia ficción.
Y tú, ¿comprarías unas gafas como las de Intel o como las que Lumus planea lanzar de la mano de otras empresas? ¿Qué usos te gustaría que tuvieran estas gafas?