Astrónomos de la Western Sydney University y de la agencia de ciencia australiana (CSIRO) detectaron extrañas nubes de electrones que rodean las galaxias en el cosmos profundo.
Estas nubes se encontrarían a unos mil millones de años luz de distancia y nunca se habían visto antes. Según los científicos, se asemejarían a dos fantasmas danzantes.
Estos fantasmas bailarines fueron descubiertos como parte de la primera búsqueda en el cielo profundo mediante el radiotelescopio ASKAP (Australian Square Kilometer Array Pathfinder) de CSIRO.
“Nos estamos acostumbrando a las sorpresas a medida que escaneamos los cielos como parte del Proyecto EMU y sondeamos más profundamente en el universo que cualquier telescopio anterior. Cuando vas con valentía a donde ningún telescopio ha ido antes, es probable que hagas nuevos descubrimientos”, explican los investigadores en un comunicado.
“Cuando vimos por primera vez los fantasmas danzantes no teníamos idea de lo que eran. Después de semanas de trabajo, descubrimos que estábamos viendo dos galaxias anfitrionas, a unos mil millones de años luz de distancia. En sus centros hay dos agujeros negros supermasivos arrojando chorros de electrones que luego son doblados en formas grotescas por un viento intergaláctico”.
De cualquier manera, los expertos consideran que todavía se necesitan más investigaciones para determinar de dónde proviene este viento intergaláctico y qué es lo que causa las corrientes de emisión de radio.
Otros objetos y fenómenos descubiertos hasta ahora como parte del Proyecto EMU incluyen el descubrimiento de los misteriosos Odd Radio Circles (ORC), que parecen ser anillos gigantes de emisión de radio de casi un millón de años luz de diámetro que rodean galaxias distantes.