ARM, la empresa detrás del diseño de chips y procesadores que se utilizan en teléfonos móviles, implementó un prototipo de chip flexible que se monta sobre plástico.
El chip se llama PlasticARM y por sus especificaciones parece de otra época: el procesador es un Cortex-M0 de 32 bits, que cuenta con 456 bytes de memoria ROM y apenas 128 bytes de RAM. En un artículo en el que explican la investigación de este prototipo, ARM menciona que esta línea de chips corre en un carril separado de la industria tradicional de semiconductores y que estos se pueden integrar en objetos comunes y corrientes.
Esta integración se debe, principalmente, a que el diseño es flexible y que su producción es muy barata, lo que favorece su fabricación en masa.
“A diferencia de los semiconductores tradicionales, los dispositivos electrónicos se construyen sobre papel, plástico o papel de aluminio […] y ofrece algunas ventajas como su delgadez, forma y bajos costos de fabricación”, indica el artículo.
Y pese a su baja capacidad de proceso respecto a los estándares actuales, el chip puede ejecutar programas e instrucciones, pero estas tienen que escribirse en el circuito al momento de que se fabrica.
El PlasticARM no es el primer chip de plástico que fabrica ARM; es la segunda versión del diseño, que tiene 12 veces más puertas lógicas que la versión anterior. En el futuro, un sistema similar a este podría integrarse en elementos como envases de comida o de líquido, pues gracias al PlasticARM se podría saber si los productos en el interior están aptos para su consumo o no.