Las cacatúas pasaron de ser aves que habitan bosques y manglares a convertirse en todas unas supervivientes de la gran ciudad.
Tanto así que estos animales aprendieron un gesto muy humano y complejo de realizar para su anatomía, en aras de su propia supervivencia.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Science dirigido por Barbara Klump y Lucy Aplin (del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal), junto con John Martin (Sociedad de Conservación de Taronga) y Richard Major (Museo Australiano), las cacatúas adquirieron la habilidad de levantar las tapas de los contenedores de basura para alimentarse.
Pero lo más llamativo del estudio es que estos animales aprenden unos de otros al realizar este gesto, un comportamiento muy poco habitual en las aves.
Las aves fueron grabadas durante varios años y, al observar los registros, los investigadores pudieron comprobar que la gran mayoría de aquellas que abrían contenedores eran machos, pues son más grandes que las hembras. Además, las que aprendieron el truco serían las más dominantes dentro de las jerarquías sociales.
Según los investigadores, cuando los habitantes de Sydney encontraban a una cacatúa abriendo un contenedor, más de 90 por ciento de las veces había varias alrededor que observaban cómo lo hacía. Una conducta relacionada con su capacidad de aprendizaje social.
Por más de 20 años, Richard Major ha estudiado especies de aves australianas como el melero chillón o las cacatúas y asegura que como muchas aves australianas, las cacatúas son ruidosas y agresivas, pero también son “increíblemente inteligentes, persistentes y por ello se han adaptado de manera brillante a vivir con los humanos”.