La FDA, organismo estadounidense que gestiona y controla el uso de las vacunas, informó que la vacuna de Pfizer ahora se puede almacenar durante un mes en un congelador tradicional, sin que aquello signifique problema alguno.
Hasta ahora, el límite para almacenar la vacuna en ese entorno era de máximo cinco días. Sin embargo, nuevas pruebas han demostrado que esta puede mantenerse de manera estable a temperaturas de entre 2 y 8 grados Celsius por hasta 30 días.
En el sitio oficial de la FDA explican que “este cambio permitirá que haya mayor disponibilidad de vacunas para el público estadounidense”, ya que más lugares e instalaciones podrán almacenarlas de manera segura para su uso. Eso sí, fuera del refrigerador y una vez diluidas, deben aplicarse en un lapso no mayor de seis horas.
Esta nueva reglamentación sobre el uso de la vacuna de Pfizer es un cambio importante respecto a la manera que se hacía hasta ahora. El almacenamiento era uno de los principales desafíos para preservar las unidades, incluso en hospitales con equipamiento moderno y avanzado.
Ahora, la vacuna de Pfizer tendrá un manejo similar a la CureVac, vacuna alemana cuya gran “ventaja” respecto a las soluciones de Pfizer y Moderna era precisamente que no necesitaba temperaturas demasiado extremas para almacenarse de manera segura.
De cualquier manera, CureVac sigue siendo todavía un producto en desarrollo, por lo tanto el uso de Pfizer (más Moderna y Sinovac) son las principales armas en la guerra contra el COVID-19 que parece no tener fin aún.