Viajar al espacio no tiene por qué ser una actividad seria y estricta. De hecho, los astronautas siempre encuentran momentos de relajo en medio de las constantes tareas científicas.
Un ejemplo es la gran cantidad de objetos curiosos que han viajado al espacio, muchos con fines científicos. Estos son algunos de los más llamativos destacados por el sitio Astronomy.
Slime
En 2020, Nickelodeon envió dos litros de slime, una suerte de goma pegajosa, para que los astronautas jugaran y se lanzaran entre ellos globos llenos de este producto.
Supuestamente, todo formó parte de un experimento que intentaba averiguar cómo se comporta un fluido que no es agua en ausencia de gravedad.
Chips de tejidos
Son pequeños y complejos dispositivos de bioingeniería que contienen células humanas en una matriz 3D que imita la estructura y función de los órganos humanos, como el corazón y los pulmones.
Fueron lanzados por primera vez en 2018 y sirven para estudiar cómo los medicamentos y las enfermedades pueden afectar al cuerpo humano en el espacio.
Medusas
Según el artículo, los científicos han mandando medusas al espacio desde principios de los noventa. La intención detrás de esto es comprobar los efectos de la ingravidez en su desarrollo a medida que maduran.
Salmonella
En 2007, investigadores de la Universidad de Arizona enviaron al espacio una muestra de salmonella para entender cómo reaccionan las bacterias a la gravedad cero.
Tardígrados u osos de agua
Son criaturas microscópicas y prácticamente indestructibles que se hallan en muchos entornos diferentes en la tierra o el mar. Pueden sobrevivir a temperaturas extremas y a exposiciones a sustancias peligrosas.
Por lo mismo, en 2007 los científicos quisieron ver qué les ocurría al pasar una temporada en el espacio.
Colonias de abejas
En 2019 fueron enviadas 90,000 abejas melíferas a una base en Marte con el fin de averiguar si estos insectos podían formar parte de una misión extraterrestre para ayudar a mantener los jardines.
Arañas
Un grupo de arañas tejedoras de orbes dorados fue enviado al espacio encerradas en un recipiente con comida y luz para observar cómo se orientarían en un entorno sin gravedad.
Cabe mencionar que el año pasado investigadores descubrieron que la gravedad es la guía de orientación más importante para las arañas al momento de construir sus telas.
Esperma de ratón
En 2013, un equipo científico lanzó al espacio muestras liofilizadas de esperma de ratón que permanecieron más de nueve meses en la Estación Espacial Internacional.
Los espermatozoides liofilizados volvieron a salvo a la Tierra y dieron lugar a crías de ratón sanas luego de ser rehidratadas.
Pez-arroz japonés (medaka)
Su piel transparente convenció a los científicos de que sería perfecto para investigar los efectos de la microgravedad en la vida marina.
Ranas toro
En 1970, la NASA mandó a dos ranas toro al espacio como una forma de estudiar el impacto de los viajes espaciales en el mareo. Fueron enviadas en la Orbiting Frog Otolith, su propia nave espacial.