Todo indica que, en los próximos años, veremos un marcado esfuerzo por incentivar los viajes a través del espacio. Hay varias compañías privadas, incluso, que trabajan para ofrecer este servicio a futuro, que hace algún tiempo parecía improbable.
Así, Marte aparece como el destino más seguro para la exploración espacial. No son pocos los que se imaginan un posible poblamiento humano en el planeta rojo, más si se tiene en cuenta el frágil escenario en el que posiblemente se halle la Tierra.
Sin embargo, de manera reciente se planteó una alternativa en el “vecino enano” de los terrícolas. Un grupo de investigadores de Finlandia propuso la construcción de un gigantesco hábitat flotante alrededor del planeta enano Ceres.
Según un artículo de Live Science, el astrofísico Pekka Janhunen describe su propuesta como un megasatélite de miles de naves espaciales cilíndricas unidas dentro de un marco en forma de disco que permanentemente orbitaría Ceres.
Cada uno de estos hábitats cilíndricos podrá albergar a más de 50 mil personas, soportar una atmósfera artificial y generar una gravedad similar a la de la Tierra mediante la fuerza centrífuga de su propia rotación.
¿Por qué Ceres?
El mismo Janhunen explica que la distancia respecto al planeta enano es similar a la de Marte, lo que haría que el viaje sea relativamente fácil.
Además, Ceres es rico en nitrógeno, aspecto que ayudaría a desarrollar la atmósfera del asentamiento en órbita.
A diferencia de lo que se piensa en Marte, en Ceres no se construirá una colonia en su superficie. Los colonos podrán utilizar ascensores espaciales para transferir materias primas directamente desde el planeta hacia sus hábitats en órbita.
Esto solucionaría uno de los inconvenientes que el astrofísico advierte sobre poblar Marte: los impactos en la salud de la baja gravedad.
“Mi preocupación es que los niños de una colonia en Marte no se conviertan en adultos sanos (en términos de músculos y huesos) debido a la demasiado baja gravedad marciana. Por lo tanto, busqué una alternativa que proveyera una gravedad similar a la de la Tierra, pero también un mundo interconectado”, explicó Janhunen a Live Science.
¿Cómo serán estos hábitats?
De acuerdo con la propuesta de Janhunen, cada cilindro del megasatélite Ceres producirá su propia gravedad a través de la rotación.
Cada hábitat cilíndrico mediría unos 10 kilómetros de largo, tendría un radio de un kilómetro y completaría una rotación cada 66 segundos.
Así se generaría la fuerza centrífuga necesaria para simular una gravedad parecida a la de la Tierra.
Cada cilindro se mantendría en su lugar junto a sus cilindros vecinos a través de poderosos imanes, similares a los utilizados en la levitación magnética.
Respecto a la radiación espacial y la amenaza de impactos de meteoritos, los investigadores han pensado en un conjunto de espejos cilíndricos masivos que servirían para recolectar luz solar y pasarla al hábitat, además de ayudar a bloquear los meteoritos que podrían colisionar con las estructuras.
Puede parecer un argumento para una película de ciencia ficción, lo cierto es que este grupo de científicos afirma que su propuesta puede ser una buena alternativa, distinta a la idea de poblar Marte.