El Papa Francisco dispuso de un momento durante su más reciente Audiencia Papal en la Plaza San Pedro de la ciudad del Vaticano, en donde normalmente se dirige a miles de fieles, para recordarles a todos los presentes, que es un momento especial de elevar su corazón y no su teléfono inteligente.
El Papa hizo este comentario, refiriéndose a los cientos de teléfonos que vio desde lo alto y que estaban tomando fotos de todo el evento religioso. Afirmó que observar a todos distraerse con los teléfonos durante la misa, lo entristeció mucho y es “algo muy feo”. Lo sorprendente es, que esta oportunidad no solo estaba regañando a la audiencia en general, sino también a sacerdotes y obispos traviesos que utilizaban sus teléfonos.
«Me entristece mucho cuando celebro la Misa aquí en la piazza o en la basílica y veo tantos teléfonos celulares en alto. ¡No solo por los fieles, sino también por algunos sacerdotes e incluso obispos! La misa no es un espectáculo, así que recuerda, ¡no uses teléfonos celulares! »
Las palabras sin guión del Papa se encontraron con aplausos y risas, como se muestra en un video de la dirección de Reuters, y a su vez, algunas caras enrojecidas entre los sacerdotes y obispos que rápidamente guardaron sus teléfonos. Sin lugar a duda, es una petición bastante razonable, ya que seguramente las personas presentes no quieren ver la audiencia papal en la pantalla de un teléfono que sostiene la persona que tienen delante, una situación que se ha vuelto común en muchos conciertos y eventos en vivo en todo el mundo.
A pesar de sus palabras, el Papa no está en contra de la tecnología, ya que se ha destacado por tener una cuenta de Twitter, Instagram, un canal de YouTube y un bot en Facebook Messenger. Además, de ser el primer Sumo Pontífice en dar una TED Talk.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el Papa ha manifestado su descontento sobre el uso de teléfonos inteligentes en momentos inapropiados. En el 2015, utilizó otra alocución de la Audiencia Papal para culpar al teléfono inteligente por la desaparición de la cena familiar tradicional.
A pesar de ello, no son solo los teléfonos inteligentes que él ve como potenciales intrusos en el compartir humano, sino la tecnología moderna en general. En 2014, dijo en una reunión de 50,000 monaguillos que los productos de alta tecnología e Internet «deberían simplificar y mejorar la calidad de vida», palabras que creemos que muchas compañías tecnológicas también deberían tener en cuenta, pero en cambio «distraen la atención de lo que es realmente importante.»