La única jirafa blanca que se conoce en el mundo se encuentra en la Reserva Ishaqbini Hirola, en Kenia.
Las autoridades de aquel recinto de conservación quieren proteger a este macho solitario a toda costa, más aún luego de que una hembra y su cría fueran asesinadas por cazadores hace algunos meses.
Por lo mismo, los encargados han recurrido a la tecnología para conservarlo, casi como una medida desesperada, especialmente si se tiene en cuenta que no se conocen otros ejemplares iguales en el planeta.
Es único en su especie, y desde ahora estará equipado con un rastreador GPS que servirá para protegerlo frente a cazadores furtivos que recurren a él debido a su singularidad.
¿Cómo funciona?
Este dispositivo irá amarrado a uno de los cuernos del animal y entregará actualizaciones de su ubicación cada hora.
De esta forma, los guardaparques podrán monitorear sus movimientos al interior de la reserva, la cual se considera idónea por sus condiciones climáticas para que la jirafa sobreviva.
«La zona de pastoreo de la jirafa ha sido bendecida con buenas lluvias en el pasado reciente y la abundante vegetación es un buen augurio para el futuro del macho blanco», señaló Ahmed Noor, gerente de la reserva natural.
Esta jirafa es blanca debido un extraño rasgo genético llamado leucismo. Esto provoca pérdida parcial de pigmentación en los animales y, lamentablemente los hace más fáciles de reconocer por parte de los cazadores.
De esta forma, esta particularidad que los hace únicos, también podría incentivar su rápida desaparición de la Tierra.