Desde su lanzamiento en 2002, las aspiradoras robóticas Roomba marcaron un antes y un después en las labores de aseo doméstico en todo el planeta.
La idea del fabricante, iRobot, es facilitar el trabajo de limpieza y para eso ofrece dispositivos que se pueden añadir a la aspiradora circular. Uno de ellos es la estación de acoplamiento Clean Base, que permite cargar la batería del robot y además vaciar su cubo de basura automáticamente.
Lamentablemente, algunas unidades del Clean Base no están funcionando en forma óptima.
Esta semana, iRobot envío una advertencia a los propietarios del producto Roomba i7+. La alerta señalaba que la estación de acoplamiento de la aspiradora podía causar un cortocircuito, informó Tech Crunch.
Según una declaración de iRobot, las preocupaciones provienen de algunos “casos muy aislados”. La compañía asegura que las estaciones podrían presentar un potencial peligro si se acumulan líquidos en ellas.
En un escrito enviado a Tech Crunch, iRobot señala que sus aspiradoras solo estaban diseñadas para limpiar la suciedad y los escombros en alfombras y pisos secos. “Nunca fueron creadas para captar líquido”, enfatizaron.
De acuerdo con la empresa más de 200,000 unidades podrían verse afectadas por el problema. La mayoría de ellas se vendieron en América del Norte.
En su comunicación con sus clientes, iRobot aseguró que enviará un cable de alimentación de reemplazo u otra estación de acoplamiento a aquellos consumidores que se vieron afectados.
La Roomba i7+ se lanzó en 2018 con avances en la inteligencia de mapeo. Además presentaba la hoy cuestionada estación de acoplamiento.
Aunque sigue siendo muy útil, la falta de capacidad para limpiar superficies mojadas podría ser un problema para algunas personas a las que les gusta dejar el robot de limpieza en el suelo libremente.