No es la primera vez que la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), de Suiza, crea un dron basado en aves. Los investigadores de la institución han seguido avanzando hasta llegar a un diseño que se caracteriza por tener más partes movibles, con el propósito de que vuele con más agilidad.
Además de que las alas cambian de forma —como lo hacía el primer modelo de 2016—, la nueva versión, que se podría considerar más «emplumada», también modifica su parte trasera, con una cola morphing.
La inspiración para el dispositivo fue el azor del norte, cuyo patrón de colores lo asemeja a un halcón. Esta especie puede atravesar bosques y hacer ajustes en vuelo para perseguir a su presa.
«Los azores mueven sus alas y colas en tándem para llevar a cabo el movimiento deseado, como cambios rápidos de dirección cuando cazan en los bosques, vuelo rápido al perseguir presas en terreno abierto, o al planear eficientemente para ahorrar energía», dice Enrico Ajanic, el primer autor del estudio.
Para el empuje hacia adelante, el drone utiliza una hélice que, de acuerdo con los investigadores, es más eficiente en términos energéticos.
«Nuestro diseño extrae los principios del vuelo ágil de las aves para crear un dron que puede aproximarse al rendimiento de vuelo de las aves rapaces, pero también prueba la hipótesis biológica de que una cola morphing juega un papel importante para lograr giros más rápidos, desaceleraciones e incluso vuelo lento», añadió Dario Floreano, líder del proyecto científico.
Los investigadores indicaron que su modelo está en un punto medio entre los drones alados y los diseños cuadricópteros, lo que lo hace especialmente útil para volar en bosques o en ciudades entre edificios. No se descarta que más adelante incorpore inteligencia artificial, con el fin de que pueda operarse de forma semiautomática.