Nacer en un regazo de lujo de ninguna manera viene sin sus ventajas, pero ciertamente hay un precio a pagar por la fama heredada (o infamia). Algo que la hija de Mark Zuckerberg pronto descubrirá, el principal contra de la celebridad instantánea es la falta de privacidad.
Pero a diferencia de algunas familias famosas que han intentado proteger a sus hijos de los reflectores, Zuckerberg parece estar tomando el camino contrario, y está disfrutando de la oportunidad que tendrá su hija a la luz pública a través de la realidad virtual. En la reciente Cumbre de Vanity Fair de Nueva Creación, dijo el CEO de Facebook, de los primeros pasos de su hija que está por nacer, «Tengo muchas ganas de ser capaz de capturar no sólo una foto, pero quiero capturar realmente la experiencia» a través de la incursión de Facebook en la realidad virtual.
El año pasado, Zuckerberg levantó bastantes cejas cuando compró Oculus VR por la cantidad de $2 billones de dólares, y dio lugar a una serie de preguntas acerca de lo que una compañía de redes sociales podría tener que ver con lo que parecía ser una herramienta que se utiliza sobre todo para los videojuegos. Pero la realidad virtual ha recorrido un largo camino en los últimos meses, y ahora, Zuckerberg está deseando que llegue el día cuando se pueda poner un casco para capturar los momentos más preciosos de su hija. Es curioso, ¿no es cierto que la invención de cada nuevo dispositivo, nos parece alejar un poco de la realidad de vivir el momento?.
Los amigos y la familia (y muy probablemente todos de usuarios de Facebook, que ascienden a más de un billón), Zuckerberg dice, debe ser capaz de «estar allí y sentir y ver lo que se siente no sólo en una foto o en un vídeo» cuando se trata de su hija que está por nacer. Y mientras el compartir en demasía la información sobre la vida de sus hijos no es nada nuevo, los mecanismos por los que ahora podemos hacerlo son un poco aterradores. Por supuesto, esto es todo viniendo de un hombre que declaró que la privacidad está muerta. Irónicamente Zuckerberg en 2013, compró cuatro casas adyacentes a su propia residencia para asegurarse de que estaba tirando todas las cuerdas cuando se trataba de su vida personal.
Así que a compartir distancia, Mark. Después de todo, su hija no puede firmar nada que le diga que no.