Como “extremadamente eficaces” para el tratamiento e incluso la prevención del COVID-19 calificaron científicos chinos un grupo de anticuerpos recientemente aislado.
Las glucoproteínas descubiertas por un equipo liderado por Zhang Linqi, de la Universidad Tsinghua, serían capaces de bloquear la capacidad del coronavirus de penetrar en las células, informó Reuters.
Los anticuerpos no son una vacuna, aclaró el medio, pero pueden administrarse a personas en riesgo para evitar el contagio. Su validez “ha sido probada en el mundo de la medicina desde hace décadas. Se pueden utilizar para tratar el cáncer, las enfermedades autoinmunes y las enfermedades infecciosas”, valoró el experto.
El especialista comentó a la agencia británica que un fármaco elaborado con dichos anticuerpos “podría utilizarse con mayor eficacia que los enfoques actuales, incluidos los tratamientos con plasma”, dado que el uso de este último “se ve restringido por el tipo de sangre”.
Zhang encabeza un grupo de especialistas de la ciudad de Shenzhen que desde principios de 2020 ha analizado muestras de sangre de pacientes dados de alta por la infección del SARS-CoV-2.
De esa manera, los científicos consiguieron aislar “206 anticuerpos monoclonales que mostraron una ‘fuerte’ capacidad para adherirse a las proteínas del virus”, agregó Reuters.
Citando al propio Zhang, el medio relató que “después realizaron otra prueba para ver si realmente podían evitar que el virus entrara en las células (…) Entre la primera veintena de anticuerpos probados, cuatro fueron capaces de bloquear la entrada del virus y, de ellos, dos fueron ‘extremadamente buenos’ a la hora de hacerlo”.
De momento, los expertos buscan “identificar los anticuerpos más potentes y posiblemente combinarlos para mitigar el riesgo de que el nuevo coronavirus mute”. Una vez tengan sus conclusiones, recién podrían producirlos para realizar las pruebas en animales y, posteriormente, en humanos, como lo dictan los protocolos en estos casos.
Por lo general, un proceso como ese suele tomar dos años, advirtió Zhang, pero dada la alta letalidad que presenta el COVID-19 varios procesos hoy se efectúan en paralelo y no de manera secuencial, como es la costumbre. Por lo mismo, el equipo espera testear el medicamento en personas antes de que finalice 2020.
Al cierre de esta nota, la pandemia de coronavirus registraba alrededor de 750,000 personas diagnosticadas en todo el mundo, con más de 43,000 fallecidos, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins.