En los años noventa y alentados por su incipiente fama, Apple le pidió a Adidas que hiciera un par de zapatillas para que encabezara una extravagante línea de ropa de los de Cupertino.
Las Apple Computer Sneakers, fueron diseñadas alrededor de principios de la década de 1990 y fueron producidas por Apple exclusivamente para sus empleados.
Y un único par tamaño 9 1/2, en perfecto estado, se llevó a subasta en la casa de remate Heritage Auctions y luego de 20 ofertas finalmente se vendieron por $ 9,687 dólares.
Sin embargo, para los fanáticos de Steve Jobs y compañía y que quieran hacerse de este par, aún hay uno en vitrina, que no se ha vendido.
The Apple Collection
Pero además de las mencionadas zapatillas, Apple también lanzó una colección de ropa en 1986 llamada «The Apple Collection».
Según un artículo de la revista GQ, «se hizo un catálogo y cualquier persona podía comprar las prendas. Todo era bastante colorista, muy en la línea de la ropa de la marca Esprit, llena de colores y tipografías un poco ingenuas y un poco estilo Memphis Milano. Eso ocurrió un año después de que Jobs saliera de la empresa por primera vez, así que imaginamos que él no estaría muy a favor de algo así».
Además durante esta colección se vendieron: lápices, alfileres de corbata, carritos para bebé, mochilas, chaquetas, relojes, viseras ochenteras, un rotulador fluorescente de tres colores.
Ya ahora en formato más contemporáneo, Apple lanzó una patente para unas zapatillas que se podían conectar con el iPhone.
De hecho, la idea principal de este calzado, era que los de Cupertino prometían que una notificación llegaría a tu teléfono cuando tus pies ya no dieran más y los zapatos estuvieran a punto de romperse.
“A medida que el calzado se desgasta, el soporte físico proporcionado por el calzado disminuye, lo que reduce la protección asociada contra lesiones. Cuando se alcanza nivel crítico de desgaste, incluso si el zapato parece estar particularmente gastado, es posible que el zapato no brinde el soporte adecuado y, de hecho, pueda dañar los pies”, sostiene la patente.
Posiblemente, no haya muchas ganas de seguir con esta idea por estos días.