La prestigiosa revista National Geographic informa que el fotógrafo australiano Trevor Frost capturó en forma exclusiva material fotográfico y videos con una cámara GoPro del interior de la boca de un peligroso cocodrilo que los australianos llaman “salado” (salty) por infestar las aguas saladas de las regiones norteñas del país.
De acuerdo a la publicación, Frost se unió a la videográfa Melissa Lesh para mostrar desde el punto de vista de un animal de presa, imágenes del ataque del poderoso y traicionero reptil que regularmente se alimenta de vacas, caballos y canguros.
Las imágenes fueron obtenidas gracias a un simple pero ingenioso dispositivos que ambos idearon y que consistió en una cámara GoPro atada a un bote de juguete controlado por control remoto “de esos que se pueden encontrar en cualquier juguetería”, explicó Lesh. “Aplicamos bloques de espuma de poliuretano (foam) unidas con cinta adhesiva de tela resistente (duct tape) para proteger la cámara y soltamos el bote en el agua”
El resultado son extraordinarias imágenes obtenidas a través de nueve de los diez intentos realizados.
«Por supuesto, para obtener buenas imágenes, tienes que conocer los hábitos del animal. Son extremadamente peligrosos y rápidos. Se conocen muchos casos de personas heridas o muertas por que el “salty” atacó al bote o barco donde estaban», dijo el fotógrafo.
«Incluso algo tan simple como montar un trípode en el barco puede ser muy peligroso cuando estas haciendo este tipo de trabajo. Definitivamente tengo un enorme respeto por esta criatura, y mi corazón siempre se acelera cada vez que veo uno. En cada momento estoy pensando en los pequeños detalles que podrían salir mal y me aseguro de mantener mi equipo y yo fuera de peligro. Todavía estoy vivo, y con todos los dedos de manos y pies», añadió.
Como se puede ver en el video, «los cocodrilos son cazadores «muy innovadores» y utilizan una variedad de estrategias para capturar a sus presas», dice Charlie Manolis, jefe científico y experto en “salties” de la compañía Wildlife Management International con sede en Australia.
Una de sus estrategia es la emboscada, y persiguen sigilosamente a su presa hasta atraparla en sus mandíbulas. Su “mordida” es la más fuerte jamás medida y genera más de 7.000 libras (3.200 kilogramos) por pulgada cuadrada de presión. Lo suficientemente fuerte para aplastar el casco de un barco de aluminio, según Frost.