Un dispositivo de realidad virtual con tecnología de seguimiento ocular, que podría ayudar a detectar de inmediato una conmoción cerebral, está siendo oficialmente implementado en los campos deportivos de algunas universidades.
Las compañías de tecnología deportiva continúan trabajando en la creación de cascos de vanguardia que protejan a los jugadores de fútbol americano de los efectos de las conmociones cerebrales. La prevención de una conmoción cerebral es sin duda importante, pero igualmente crítica es la detección rápida de la lesión después de que ocurre, para tratar de prevenir más daños al cerebro.
SyncThink, con sede en California, espera que las conmociones cerebrales sean más fáciles de detectar con su Eye-Sync, un dispositivo de realidad virtual portátil que puede utilizarse en los campos deportivos para detectar los síntomas de una conmoción cerebral en menos de un minuto.
El dispositivo es tan prometedor como una herramienta de detección, que la Universidad Estatal de Iowa anunció esta semana que está adoptando oficialmente la tecnología para sus equipos deportivos, uniéndose a la la Universidad de California, y la Universidad Estatal de Colorado, entre otras, que ya habían estado implementando esta tecnología.
Los entrenadores y asistentes que se encuentran en las líneas laterales de cualquier cancha deportiva durante el transcurso de un juego, están entre los primeros en evaluar a un atleta después de una lesión, y sin duda no es un trabajo fácil. La evaluación es altamente subjetiva, con el entrenador buscando pistas sutiles como el rango de dilatación de los ojos, la capacidad de recordar, y otras funciones cognitivas similares.
Estos cambios a menudo son difíciles de evaluar, especialmente en las líneas laterales, donde el ruido y la emoción del evento deportivo son una distracción. Eye-Sync promete hacer el trabajo de un entrenador más fácil, detectando los síntomas de una conmoción, rápida y fácilmente.
El dispositivo Eye-Sync utiliza gafas de realidad virtual (RV) con tecnología de seguimiento ocular, que mide las posibles deficiencias oculares y motoras que indican una conmoción cerebral. El auricular RV monitorea los movimientos oculares de la persona y mide su capacidad para rastrear un punto moviéndose en un círculo a una velocidad constante.
Según explican, una persona común puede fácilmente seguir el punto con sus ojos, produciendo un rastro casi perfectamente circular, pero una lesión en la cabeza interrumpe la capacidad para hacerlo, dando como resultado un diagrama desordenado en lugar de un círculo. La prueba tarda menos de un minuto en completarse y puede llevarse a cabo en las líneas laterales de una cancha, inmediatamente después de una lesión.
No solamente el dispositivo Eye-Sync ofrece proporcionar una detección rápida y fácil para una concusión en un campo deportivo, sino que también se puede utilizar para supervisar el tiempo de recuperación de una conmoción cerebral después del partido. Debido a que es no invasivo y seguro de administrar, los médicos pueden repetir la prueba tan a menudo como sea necesario y ver mejoras en el rastro de los ojos a medida que transcurren los minutos.
La capacidad de monitorear el progreso de un paciente hace posible que los doctores descarten la solución de solo implementar un tratamiento general, pues les permitirá personalizar su tratamiento basado en el tiempo individual de recuperación del paciente, que puede variar notoriamente dependiendo del atleta y de la lesión que sufrió.
El dispositivo Eye-Sync fue desarrollado inicialmente por investigadores de Stanford, y la Universidad de California ya está utilizando la tecnología con todos sus equipos y sus 900 estudiantes atletas. Al igual que Stanford, la Universidad Estatal de Iowa utilizará Eye-Sync para sus programas de fútbol y lucha libre, y eventualmente, la tecnología de seguimiento ocular será adoptada por otros programas deportivos de la institución.
Una vez integrado, se informó que Eye-Sync se utilizará para las pruebas de conmoción cerebral en las líneas de base después de una lesión, y se añadirá al protocolo general del manejo de lesiones de la Universidad.