Con las crecientes violaciones de datos y los ataques cibernéticos a las computadoras gubernamentales, ingenieros de PARC (Palo Alto Research Center), una compañía perteneciente a Xerox, han creado un chip que puede autodestruirse al comando de un usuario, en forma similar a los mensajes que se autodestruyen y hechos populares a través de la película Misión Imposible .
El chip de autodestrucción, que fue desarrollado como parte del proyecto de “Vanishing Programmable Resources “ o Recursos Programables de Desaparición de la agencia gubernamental de los Estados Unidos DARPA, se puede utilizar para contener datos sensibles incluyendo claves de cifrado. El chip puede recibir un comando para romperse en miles de trozos pequeños, haciendo imposible la reconstrucción de sus componentes.
El chip, fue demostrado recientemente en un evento de DARPA y se presentó como una posible solución al robo de datos sensibles y llaves de encripción que afectarían a la seguridad nacional.
Gregory Whiting, uno de los científicos encargados del proyecto, dijo que el equipo que desarrolló el chip busco crear un sistema que fuera a la vez rápido y compatible con los actuales productos electrónicos comerciales existentes.
El producto es un chip que se basa en la tecnología del vidrio “Gorilla Glass” fabricado por Corning, que es extremadamente resistente y comúnmente utilizado para proteger las pantallas de teléfonos, tabletas y computadoras.
En el proceso de templado fabricación del cristal, se lo somete a un intercambio iónico para añadirle estrés y en definitiva, el estrés es lo que hace que el vidrio se rompa en mil pedazos pequeños por el efecto de calor aplicado a su superficie.
Durante la demostración, una pequeña resistencia activada mediante un rayo láser hizo de detonante para que el cristal se autodestruyera. Según los científicos, el mismo efecto se lograría enviando una señal de radio.
“El chip autodestrucción sería una excelente herramienta de seguridad informática. En caso de que los datos estén en peligro de verse comprometidos, el chip puede ser destruido para evitar que los datos sean alcanzados por piratas informáticos. Además, la destrucción del chip también podría ser parte de un proceso de rutina, para asegurar que la información confidencial una vez recibida, se disponga de forma segura”, explicó Whiting.