«La idea me vino un día en la playa y cuando vi a alguien con quemaduras de sol. Pensé, si hay macetas inteligentes que advierten cuando las plantas tienen sed, entonces porque no inventar algo que nos advierta cuando el sol es demasiado fuerte,» confesó Marie Spinali, la creadora y directora de la empresa.
El sensor mide unas 2 pulgadas (5 cms.), puede ser removido de los ganchos especiales que lo sujetan a la bikini y ser utilizado en toallas de playa que se vende como accesorio.
«Estamos trabajando en el desarrollo de sensores miniaturizados y que estén completamente integrados en el tejido,» adelantó Marie. Y agregó: “Pero eso no es todos, estamos trabajando en la producción de trajes masculinos para adultos y niños y a los que le agregaremos la función de “buscapersonas”, una característica valiosa de ubicación de los chiquillos y que dará mayor tranquilidad a los padres.”
Por el momento sólo se venden en Francia a 149 Euros (aproximadamente 167.82 dólares).
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