Se trata de Viv, un asistente con inteligencia artificial desarrollado por Adam Cheyer y Dag Kittlaus. Se debe recordar que ya en 2010, Apple compró Siri a Cheyer y Kittlaus, los cuales continuaron trabajando en ella hasta que, finalmente, renunciaron, según el Washington Post
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Siri, como la mayoría de los asistentes virtuales (Google Now y Cortana), se limitan a comandos redactados de manera específica. Si le preguntas a Siri sobre comprar entradas para un concierto de Bruce Springsteen, es probable que el asistente te lleve a un sitio como Ticketmaster, en donde tú tendrás que comprar las entradas manualmente.
Los creadores originales, supuestamente, tenían algo distinto en mente, razón por la cual la tercera parte del equipo que trabajó antes en el desarrollo de Siri está ahora trabajando en Viv.
“Pídeme una pizza de Mario’s Pizza, cerca de mi oficina», le pidió un ingeniero a Viv por el teléfono, según cuenta el Washington Post. La tensión en el aire se cortó con la respuesta de Viv: «¿Con qué ingredientes la quiere?”
La sala estalló en aplausos, mientras el ingeniero añadía y quitaba ingredientes, así como cambiaba el tamaño de su pizza. Y después de unos 40 minutos de tardanza (Viv confundió la dirección de la oficina…), un repartidor llegó finalmente con la pizza.
El éxito del equipo de Cheyer y Kittlaus fue justamente el poder pedir una pizza sin tener que ejecutar una búsqueda en Google, o descargando una aplicación como Domino’s o TelePizza. En definitiva, una nueva forma de interactuar con la tecnología. Y ojo, que aún antes de esta demostración, tanto Facebook como Google ya han intentado comprar a Viv.
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Viv funciona de la misma manera que SoundHound, de la plataforma Houndify, o Alexa, de Amazon: a través de una profunda integración entre aplicaciones de terceros. Es exactamente lo que los fundadores querían para Siri, antes de que Apple lo comprara y convirtiera en un servicio cerrado.
De momento, Viv tiene más de 50 socios que quieran participar en la creación de un proceso mucho más sencillo para pedir comida, un coche, flores, y algunas que otra cosa. Kittlaus está en conversaciones con empresas de diferentes ámbitos para llevar sus productos a un tipo de “conversación ininterrumpida”, según cuenta el Washington Post.
