La Administración Federal de Aviación (FAA) estableció como «zona libre de drones» el estadio de Arizona en el que el domingo se jugará el Super Bowl.
Después de que un avión no tripulado se estrellara en el jardín de la Casa Blanca esta semana, la máxima autoridad aérea de los Estados Unidos ha advertido de las sanciones civiles que impondrá a quienes operen un dron cerca del evento. En un comunicado la agencia pidió a los aficionados de este deporte que se abstengan de volar drones cerca del estadio de la Universidad de Phoenix, donde tendrá lugar el partido. Quienes no obedezcan este reglamento podrán ser arrestados e interrogados por la policía.
La FAA también inició una campaña en YouTube y en Twitter utilizando el hashtag #NoDroneZone. Además de los drones, la FAA también ha prohibido que las avionetas y los helicópteros de los medios de comunicación vuelen alrededor del estadio.
Las autoridades de Phoenix estiman que más de 100.000 visitantes participarán en las festividades del Super Bowl y consideran el partido como un evento de seguridad nacional de primera magnitud.