En el último año, los resultados de búsqueda en internet se han visto progresivamente invadidos por contenido generado automáticamente producto principalmente por la irrupción de la IA: resúmenes sintéticos de baja calidad, imágenes manipuladas, y textos creados por algoritmos que deterioran la experiencia de navegar online. Un grupo creciente de usuarios y especialistas describe este fenómeno como «slop»—basura digital que afecta desde plataformas de vivienda hasta redes sociales y buscadores tradicionales.
Ante esta realidad, surgió Slop Evader, una extensión de navegador desarrollada por la artista e investigadora Tega Brain que ofrece una propuesta radical: acceder únicamente a contenido publicado antes del 30 de noviembre de 2022, es decir, antes del lanzamiento público de ChatGPT. La herramienta está disponible para Firefox y Chrome, y funciona como un filtro que restringe los resultados de búsqueda a través de funciones de Google, enfocándose en siete plataformas donde el contenido sintético se ha vuelto problemático, como YouTube, Reddit, Stack Exchange y MumsNet.
El costo cognitivo de la incertidumbre digital
Brain explica que uno de los impactos menos discutidos del contenido generado automáticamente es cómo aumenta la «carga cognitiva» de quien consume información en línea. Cuando no podemos asumir que el contenido fue creado por una persona real, cada interacción con el internet se convierte en una constante verificación de autenticidad. Esta ansiedad digital afecta incluso tareas cotidianas: buscar departamento en plataformas de alquiler donde hay imágenes sintéticas de propiedades, vender objetos usados compitiendo contra anuncios generados automáticamente, o recibir feeds de redes sociales saturados de rostros de mujeres idealizados, pero artificiales.
Limitaciones y aspiraciones colectivas
El alcance de Slop Evader tiene limitaciones obvias: los usuarios no podrán acceder a información reciente o contenido publicado en sitios que no existían en 2022, creando una experiencia simultáneamente liberadora y frustrante. Sin embargo, Brain considera que estas restricciones son parte del mensaje. Su objetivo no es resolver el problema definitivamente, sino actuar como una «provocación» que inspire a otros a imaginar formas de rechazar la versión distópica de internet que las grandes tecnológicas han impulsado.
La estrategia de Brain va más allá de las herramientas individuales. Sugiere que buscadores alternativos como DuckDuckGo podrían implementar filtros nativos para detectar contenido sintético, similar a como ya agregaron opciones para filtrar imágenes generadas por IA. También señala movimientos crecientes que se oponen a los centros de datos de inteligencia artificial que amenazan comunidades locales.
En última instancia, Brain enfatiza que resolver este desafío requiere un esfuerzo colectivo, no solo acciones individuales. Como en el debate climático, la solución no puede depender únicamente de que cada usuario instale una extensión, sino de un cambio sistemático en cómo concebimos y regulamos el internet que compartimos.