Han pasado 8 meses desde que el Samsung Galaxy A55 se presentó en sociedad junto a su hermano pequeño, pero no menos interesante Galaxy A35, y es mi celular de cabecera desde que jubilé un fiel Huawei P30 Pro.
El factor económico y la utilización diaria del dispositivo pesó muchísimo en la decisión final para adquirirlo y no optar por un gama alta que hubiera significado un desembolso mayor.
En mis manos casi después de 6 meses podemos resolver la gran duda ¿Qué tan bueno es el Samsung Galaxy A55?. ¿Vale la pena realmente como recomendación? ¿Sobrevivirá el recuerdo y los estantes comerciales más allá de este 2024?.
Un pequeño punto en contra
Literalmente hace un poco menos de dos meses, mi Galaxy A55 tiene un golpe en la pantalla frontal, que nunca sé como sucedió y que lo dejó con un pequeño, pero molesto punto blanco en su Gorilla Glass Victus+. Algo que en teoría, por la resistencia del cristal, debería no haber sucedido, pero en fin…nada invalidante o que no hubiera ocurrido anteriormente con otro teléfono.
Lo que realmente es bastante incómodo, pasado estos 6 meses con el celular, es que el borde del cristal no es curvo y se encuentra con el marco en un ángulo agudo, lo que hace que el Galaxy A55 sea incómodo de sostener. No estoy seguro de cuál es la obsesión con ignorar por completo la ergonomía, ya que los teléfonos no tienen por qué ser tan duros con las palmas de las manos, incluso con una forma cuadrada.
Eso sí, el teléfono es manejable con 213 gramos, delgado con 8,2 mm y la resistencia al agua y al polvo IP67 le da confianza.
Otro punto en contra: la huella dactilar suele quedarse pegada. Por supuesto, a menos que tengas tus dedos completamente sucios, no debería haber mayor problema, pero algunas veces hay una pequeña latencia en la apertura, lo mismo con los reinicios de sistema, que son bastante lentos. Hay que darle un minuto al menos para que reaccione bien y cargue toda la interfaz.
Lo otro negativo en estos meses de uso es la duración de la batería: suelo trabajar con Spotify corriendo en segundo plano durante al menos 5 horas seguidas. Eso hace que ya a las 3 o 4 pm del día, la batería esté casi en punto muerto, resistiendo estoica con 10% o menos.
La carga es rápida, pero por alguna razón la entrada de mi cable suele no quedar bien a la primera, por lo que tengo que mover un poco el cargador para que agarre el máximo de 25 vatios que ofrece, lo que es bastante pobre al lado de la carga de 80 W del OnePlus 12R, por ejemplo. Tarda de todas formas 30 minutos en alcanzar el 50% y 1 hora y 25 minutos en alcanzar el 100%. La velocidad de carga y la falta de carga inalámbrica son una decepción.
Lo bueno del Galaxy A55
Uno de los aspectos más destacables es el software, ya que pronto llegará One UI 7 más Android 15, y ofrece larga vida en actualización.
El rendimiento de las aplicaciones para ser un gama media es muy decente, se abren de manera eficiente y sin latencia. No he encontrado que el chip Exynos 1480 con 8 GB de RAM sea lento o sin refinar fuera del período de rodaje más largo de lo esperado. La combinación de la pantalla de alta frecuencia de actualización y el procesador rápido significa que el Galaxy A55 nunca se ha vuelto frustrante de usar todos los días, sin importar lo que haya estado haciendo.
La cámara me deja satisfecho sin ser una cosa monstruosa, saca imágenes nítidas y vívidas y tiene buen sistema de grabación de video.
Recordar que tiene una cámara principal de 50 megapíxeles a la cabeza, junto con una cámara gran angular de 12MP y una cámara macro de 5MP. En la parte superior de la pantalla hay una cámara selfie de 32MP. Los cambios respecto al A54 se producen en el software, como la adición de Super HDR para video y otras mejoras de rendimiento en torno a la fotografía con poca luz y los retratos.
Es un buen teléfono, pero no uno excepcional, pero he vivido felizmente con él y no he estado desesperado por cambiar mi SIM. Es una compra segura, incluso habiendo ya pasado 8 meses de su lanzamiento, ayudada por el sólido software del dispositivo, la durabilidad y el compromiso de actualización de varios años.
Quizás si quieres dar el salto a algo más seguro, podrías optar por el nuevo Samsung Galaxy S24 FE (aunque casi doblarás el precio de entrada) o incluso el S23 FE.