Tener dispositivos inteligentes en el hogar tiene sin duda varias ventajas, pero estas no llegan sin preocupaciones sobre nuestra privacidad. Tal es el caso de las bocinas inteligentes, que para obedecer comandos, “escuchan” y graban lo que ocurre a su alrededor.
En un caso reciente, después de que Alexa grabara por error una conversación entre una mujer y su esposo, la asistente de voz envió la grabación al teléfono de otra persona que estaba en la lista de contactos de la pareja, sin recibir ninguna orden para hacerlo.
La casa estaba equipada con dispositivos domésticos inteligentes de Amazon, conectados para controlar la calefacción, las luces y el sistema de seguridad. «Mi esposo y yo siempre bromeamos diciendo: ‘Apuesto a que estos dispositivos están escuchando lo que estamos diciendo'», dijo la mujer a KIRO-TV, una estación local afiliada a Fox en Portland, Oregón, donde reside.
La pareja solo se enteró del error cuando la persona que recibió el mensaje de voz, uno de los empleados de su esposo, los llamó por teléfono para alertarlos. “Nos dijo: ‘Desenchufen sus dispositivos Alexa ahora mismo. Están siendo hackeados'», explicó la mujer. «Los desenchufamos todos, y procedió a decirnos que había recibido archivos de audio de grabaciones desde el interior de nuestra casa”.
Según la pareja, al principio no lo creyeron, pensando que se trataba de una broma. Pero la persona no era un amigo cercano con la confianza para hacerlo, y además les dio detalles específicos y personales de lo que estaban haciendo dentro de su casa, con lo que la pareja sonó la voz de alarma.
La mujer contactó a Amazon para una investigación inmediata sobre la invasión de privacidad, y afirma que los ingenieros de Amazon descubrieron que, de hecho, Alexa había escuchado, grabado y enviado la conversación al contacto. Sin más explicación que una breve disculpa, aseguran que el ingeniero de Amazon dijo que Alexa asumió que se había dado un comando equivocado.
En respuesta a una consulta de la estación local de televisión, la compañía envió la siguiente declaración: «Amazon toma la privacidad muy en serio. Investigamos qué sucedió y determinamos que esto fue una ocurrencia extremadamente rara. Estamos tomando medidas para evitar que esto no suceda en el futuro.
Lo que había sido una broma familiar se convirtió en una preocupante realidad. «Nos sentimos invadidos», dijo la pareja, comprensiblemente molestos. «Fue una invasión de privacidad total”, afirmando que nunca volverá a enchufar los dispositivos porque ya no pueden confiar en ellos.