A las redes sociales les encanta burlarse de las traducciones de películas al español. Las burlas fueron ganadas a pulso. Y aunque esta práctica, heredada del franquismo, está cada vez más en desuso, de vez en vez son las mismas redes sociales quienes se encargan de recordar a esos traductores que, sin el debido profesionalismo que requiere el ejercicio de la traducción, pusieron “A todo gas” a Fast & Furious o “Bitelchús” a Beetlejuice. Sí Joker se hubiera estrenado en los años sesenta o setenta, aquél meme de “El Bromas” habría sido toda una realidad.
Lo cierto es que hemos extrapolado el título de esta nota. Los “traductores” latinoamericanos también cometieron errores de antología, como poner “La Célula” a The Cell, o los más célebres —y erróneamente atribuidos a España—, las joyas de la editorial Norma, que publicó una revista de Star Wars en la que Luke Skywalker se convirtió en “Lucas Trotacielos” y Chewbacca en “Mascatabaco”.
Las peores traducciones de títulos de películas
Die Hard, que en América Latina conocimos como Duro de matar, tuvo un título casi poético en España: “La jungla de cristal”.
Beetlejuice, el clásico de Tim Burton, se tradujo con un simplón Bitelchús. Hay que reconocer el esfuerzo castellanizador de ponerle tilde.
The Fast and the Furious se tradujo en España como “A todo gas”. Un clásico.
Los traductores españoles no resistieron la tentación de llamar “El Guateque” a The Party, uno de los clásicos del comediante Peter Selles. Si hubiésemos podido participar, hubiéramos sugerido “La Francachela”.
Point Break, que en Latinoamérica se tradujo como Punto de quiebre, se llamó en España “Le Llaman Bodhi”.
The Ice Princess, de Disney, terminó llamándose “Soñando, soñando… triunfé patinando”. No nos imaginamos la quebradera de cabeza que fue poner ese título en la marquesina del cine.
La última parte de la trilogía Taken terminó llamándose “V3nganza”.
Las traducciones españolas siempre pueden arruinar una película increíble, y la prueba es que la fantástica Eternal sunshine of the spotless mind se llama “¡Olvídate de mi!”.
Y es que los traductores españoles siempre hallan la manera de inventar. La prueba es que la comedia Beverly Hills Ninja, que pudo traducirse fácilmente como “El ninja de Beverly Hills” acabó llamándose “La salchicha peleona”.
Pero Latinoamérica no se queda atrás
Aunque las traducciones latinoamericanas pueden presumir un trabajo más descriptivo de la obra, claro que también hay bodrios. Igual, creemos que ninguno, salvo los célebres “Lucas Trotamundos” (Luke Skywalker) y Tío Oven (Obi-Wan Kenobi), alcanza el genio de “A todo gas”.
Por ejemplo, Pulp Fiction se tradujo como “Tiempos violentos”.
The Sound of Music también tiene un título bastante peculiar y que definitivamente es mucho más famoso que el “Sonrisas y lágrimas” de España: “La novicia rebelde”.
Y nuestro bodrio favorito de los traductores latinoamericanos. The Cell, una película sobre una incursión a la retorcida mente de un asesino serial, acabó llamándose “La célula”.