La saliva es importante para saborear, para digerir, para tragar, para defendernos de los patógenos que inhalamos y consumimos constantemente. Incluso, para exámenes rápidos para diagnosticar determinadas enfermedades.
Y aunque los científicos tenían una idea del rol que cumplen las proteínas que se encuentran en la boca, no contaban con una imagen completa de su procedencia y de qué estaba hecha. Hasta ahora.
Un estudio de la Universidad de Buffalo desglosó en detalle dónde se originan la multitud de proteínas que flotan en la saliva de las personas.
La investigación las rastreó hasta su origen. Mostró cuáles son producidas por cada uno de los tres tipos principales de glándulas salivales humanas y cómo las células individuales pueden secretar diferentes proteínas.
El proyecto también identificó proteínas en la boca que parecen provenir del exterior de las glándulas salivales, de lugares como tejidos epiteliales o plasma sanguíneo.
“Las proteínas de nuestra boca forman un ejército, si se quiere, que trabaja constantemente para protegernos”, explicó Omer Gokcumen, profesor asociado de ciencias biológicas en la Universidad de Buffalo College of Arts and Sciences.
De qué está compuesta
Para explicar de qué está hecha la saliva de nuestros cuerpos, los científicos primero buscaron comprender qué proteínas son producidas por cada tipo principal de glándula salival: parótida, submandibular y sublingual.
El equipo utilizó un método llamado transcriptómica para medir la actividad genética en cada glándula, lo que proporcionó información sobre las proteínas que generan y cómo se diferencian entre sí.
Por ejemplo, las glándulas parótidas y submandibulares crean mucha amilasa salival, una enzima que ayuda a digerir el almidón, a diferencia de la sublingual.
Esta última, en cambio, produce cantidades relativamente grandes de ciertas transferasas de GalNAc, una familia de enzimas que ayudan a unir un azúcar a ciertas proteínas de mucina salival.
“Mostramos cómo las acciones de diferentes glándulas ayudan colectivamente a producir un fluido corporal complejo: nuestra saliva», afirmó Marie Saitou, la profesora en biociencias y autora del estudio.
Implicancias
Más allá de analizar los orígenes de las proteínas producidas por las glándulas salivales, el equipo concluyó que algunas proteínas que se desplazan en la saliva probablemente no se originan en las glándulas salivales.
“Nuestro estudio toma una instantánea de cómo deberían funcionar las glándulas salivales sanas. Desviaciones de este la expectativa puede indicar una enfermedad «, añadió Gokcumen.
Agregó que “las proteínas salivales son una puerta de entrada a nuestro cuerpo. Cuando no funcionan correctamente, sufrimos. Nuestro trabajo nos acerca un paso más a comprender sus complejos orígenes y la intrincada interacción entre ellos”.